El neocolonialismo es una forma indirecta de gobernanza global a través de la cual los países del norte mantienen su poder sobre los del sur, que conservan su dependencia. Abarca el sistema capitalista y sus instituciones, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Este término se empezó a usar durante la Guerra Fría y fue entonces cuando surgió el Movimiento de Países No Alineados, que luchó contra dicho sistema. Hoy, el colonialismo verde es otra forma de neocolonialismo que carga al sur con la responsabilidad de cuidar el medioambiente mientras el norte continúa con todo su desarrollo.
Hoy es 12 de octubre, en eso estamos todos de acuerdo. También podemos coincidir en que el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a este continente que luego se llamaría América. Hasta ahí vamos bien. El problema aparece cuando intentamos nombrar este día. En España se le llama el Día de la Hispanidad y se celebra el descubrimiento de América por parte de Colón. Desde este lado del charco solíamos llamarlo el Día de la Raza, una conmemoración de la lucha entre indígenas y conquistadores españoles. Hoy el nombre ha cambiado: el 12 de octubre es el Día del Respeto por la Diversidad Cultural.
Tras el debate del nombre hay otro debate más grande que busca hacer evidentes las relaciones de poder del siglo XV; hablamos del colonialismo, ese sistema político y económico a través del cual España dominó y explotó a América Latina, así como el norte global lo hizo con su contraparte del sur. Pero ese proceso no se detuvo ni quedó ahí, tampoco terminó en el siglo XIX con los procesos de independencia. Hoy muchos países del sur viven otro tipo de relación desigual y violenta con los del norte: el colonialismo contemporáneo, o sea el neocolonialismo.
En 1999, Magazín Internacional describió al colonialismo como una de las taras de la humanidad.
Turbay, Julio César (1999). Magazín internacional [Taras de la humanidad]. Bogotá: Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30 017321.
¿Qué es el neocolonialismo?
Podemos definir el neocolonialismo como el control que países desarrollados ejercen sobre países menos desarrollados a través de medios indirectos, como el mercantilismo, la globalización empresarial o el imperialismo cultural. Así, el neocolonialismo es ese poder global que perpetúa la explotación que sufren países del sur global por parte de los países del norte.
Las claves están en el “neo” del término. Esta forma de poder global circula por caminos que ya se habían abierto hace quinientos años, pero opera de manera distinta. El énfasis está en su carácter indirecto, en que sucede en un sistema global en el que aparentemente los países son libres y autónomos. Por eso hay que mirar hacia el norte, pero no solo fijarse en los países sino también en las instituciones. El neocolonialismo va de la mano con el desarrollo mundial del capitalismo —y la desigualdad entre naciones que llega con él: por más que algunos países se enriquezcan, se fortalece la dependencia y el rol del sur como despensa global del norte—, por lo que instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial también pueden reproducirlo. Préstamos y ayudas condicionados a adherirse a ciertas formas y prácticas económicas son un ejemplo de este control indirecto.
Neocolonialismo en la Guerra Fría
El neocolonialismo surgió como término tras la Segunda Guerra Mundial para describir la situación de esos países que habían sido colonias (por ejemplo, los africanos) y que todavía tenían relaciones de dependencia con sus colonizadores (por ejemplo, los europeos). Los poderes coloniales, entonces, seguían extrayendo mano de obra y materias primas de las que antes habían sido colonias. Cuando entró la Guerra Fría, este tema se agudizó por la doctrina Truman de Estados Unidos, que financiaba a los países que se opusieran a la expansión del comunismo que salía de la Unión Soviética. Así fue como Washington consolidó su influencia en varios países del mundo, que se subordinaban a los intereses estadounidenses, e incluso de sus empresas.
En este contexto, en 1955 surgió el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), compuesto por aquellos que no se subordinaban a Estados Unidos, pero tampoco a la Unión Soviética. Este es un ejemplo de resistencia frente al neocolonialismo. Los criterios de ingreso y permanencia incluían ser independientes, apoyar los movimientos de independencia y no ser parte de alianzas multilaterales militares para apoyar grandes potencias.
El MNOAL se mantuvo tras el fin de la Guerra Fría con la caída del Muro de Berlín. De hecho, Ernesto Samper fue uno de sus líderes cuando fue presidente de Colombia, y se manifestó en contra de la dictadura de la pobreza que llegaba del norte. En este fragmento de El mundo al vuelo podemos escuchar a Samper hablando sobre este movimiento en su visita a Hong Kong.
Mora, Héctor (1997). El Mundo al Vuelo [El presidente Samper en Hong Kong, julio 09 de 1997]. Hong Kong-China: Colombiana de Televisión. Archivo Señal Memoria, UMT-217412 CLIP 1.
(Neo)colonialismo verde
Una de las formas en las que el neocolonialismo se expresa hoy es el llamado colonialismo verde. Como dijo alguna vez Evo Morales en una conferencia de la ONU sobre desarrollo sostenible, tras el concepto de “ambientalismo” puede esconderse una estrategia imperialista. “¿Qué estamos entendiendo por economía verde? Ambientalismo de la economía verde es el nuevo colonialismo de sometimiento a nuestros pueblos y a los gobierno anticapitalistas”, explicó el líder boliviano.
Así, el colonialismo verde le achaca a los países del sur toda la responsabilidad de cuidar el medio ambiente, a la vez que las grandes economías del norte continúan perjudicándolo sin freno, como para lograr un promedio. Esta idea se puede enlazar con otras del colonialismo clásico como la del buen salvaje, un poblador aborígen que cuida la naturaleza y es inocente. Y si analizamos críticamente mecanismos de conservación del medio ambiente como los bonos de carbono, podemos ver también ahí luces desiguales que le ponen el peso ambiental al sur. En resumen, al sur le corresponde seguir siendo el jardín del Edén que lava las culpas de las industrias del norte.
Las conexiones entre el colonialismo verde y la lucha de liberación de Simón Bolívar, aunque sutiles, pueden apreciarse en este video del archivo de Señal Memoria.
Montoya Botero, Mauricio (2000). Bolívar Siglo XXI [Ecología]. Bogotá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, BTCX30 010772.
Autor: Santiago Cembrano