Se han preguntado qué hacer en sus casas con esos discos de vinilo ¿sí? Claro, esos discos que están guardados que escuchaban sus padres, tíos o que tal vez hoy ustedes escuchan (como yo).
Pues qué tal si los limpiamos juntos para que no se pierda ningún sonido en el momento de escucharlos. No olvidemos tener las manos limpias.
¿Cómo limpiar discos o vinilos en casa?
Alistemos lo siguiente, no se preocupen, muchas de estas cosas las tenemos en nuestras casas y hacen parte del día a día:
- Un platero (donde ponemos los platos a secar).
- Un paño de cocina absorbente.
- Una superficie plana, lisa y limpia, donde no tengamos aceites o materiales que puedan hacer que el disco se dañe.
- Jabón de baño con pH neutro (hoy en día muchos de los productos de aseo son libres de químicos y varios de ellos son naturales).
- Un lugar donde limpiar el disco (podría ser nuestro lavaplatos).
- Una aspiradora doméstica (opcional).
- Cinta transparente (en lo posible con la que pegamos los billetes cuando se nos rompen).
Primer paso: Vamos a buscar el disco, ahora que lo tenemos en la mano vamos a mirarlo desde la nostalgia, disfrutemos de la carátula, con ese ojo de investigador y reconozcamos algunas características:
- Revisemos su estado (estuche y disco).
- Identifiquemos su carátula.
- En algunos casos dentro del estuche se encuentra una bolsa y dentro está el disco.
- Saquemos el disco (tratemos de tener cuidado al sacarlo y de no tocar mucho la superficie donde están grabados los sonidos).
- Identifiquemos si el disco presenta rayones en la superficie o si está sucio.
Segundo paso: Como ya tenemos el disco fuera del estuche vamos a empezar con la limpieza del mismo:
- En caso de tener una aspiradora doméstica la vamos a usar en el modo más bajo en el interior del estuche. En caso contrario vamos a limpiar con un paño de cocina absorbente seco.
- Externamente vamos a tomar otro paño seco y limpiamos como si se tratara de las porcelanas de la abuela.
- Si nuestro estuche está roto, vamos a pegarlo con cinta y trataremos que sea de la manera más uniforme posible.
- En el caso de contar con bolsas plásticas recordemos retirarlas, y si podemos dejarlas muy lejos y no volver a utilizarlas sería lo mejor, pues ayudaremos a no generar microclimas dentro de los estuches.
- Si contamos con algunas bolsas de papel las podemos limpiar, igual que el estuche, y dejarlas nuevamente adentro.
Listo, ya el estuche está limpio.
Tercer paso: ¡Vamos con el disco! Como ya identificamos qué tiene el disco, seguiremos las siguientes indicaciones:
a) El disco presenta polvo leve: Pasaremos un paño de cocina en el sentido en el que están los surcos (lo surcos son esas líneas por donde pasa la aguja cuando lo escuchamos en la tornamesa), lo haremos desde el centro del disco hasta el borde, con mucho cuidado.
b) El disco tiene polvo y algunas manchas: Aquí podemos seguir la indicación (a) y luego realizamos una segunda pasada con el paño húmedo concentrándonos en el lugar en donde se encuentran las manchas.
c) El disco tiene polvo, manchas y algunas huellas dactilares (en algunos casos es nuestra propia grasa corporal): Lo mejor es seguir las indicaciones a, b y posteriormente utilizaremos el jabón de pH neutro en una cantidad muy baja, recuerda tener las manos limpias.
Vamos a tomar un poco de jabón con la yema de los dedos y vamos a refregar la mancha o huella que deseamos quitar. Luego, pasamos por el lavaplatos y limpiamos en el chorro de agua (delgado). Evitemos mojarlo por completo, recordemos que lo estamos limpiando. Finalmente, lo secaremos con el paño absorbente.
Nota: cuando mojemos el disco con el paño húmedo o en el lavaplatos vamos a dejarlo en el platero (cuando dejemos de ver la humedad). ¡Sí!, como cuando secamos los platos después de lavarlos en la cena.
Esto que acaban de leer es una pequeña guía que les permitirá limpiar los discos para poder conservarlos por muchos años más.
Dato adicional: Ahora que tenemos el disco limpio recuerden siempre tratarlos con mucho cuidado, de acuerdo con los siguientes consejos:
- Guárdenlos verticalmente, en lo posible uno al lado del otro, como los libros de la biblioteca.
- No dejen que les de el sol directamente, podrían sufrir de algo que se conoce como ondulación.
- Si piensan guardarlos para que sus nietos los escuchen en algunos años, déjenlos en un lugar sin tanta humedad o temperatura alta.
- Traten de no tenerlos abiertos o dejarlos en la tornamesa por mucho tiempo, pues se llenarían de polvo o partículas muy pequeñas.
- Siempre tomen el disco desde su borde.
- No lo usen como mesa o escriban sobre ellos pues podrían dañar los surcos.
Aquí les dejo un ejemplo de audio de un disco sucio:
Y ahora un disco limpio:
No nos queda más que decir, por favor disfruta este formato y si no lo tienen, los invito a que visiten a sus familiares y les digan que los dejen escucharlo.
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Por: Juan Carlos Murillo Pabón
