Una clave de la democracia es que las armas sean cosa únicamente del Estado. Es eso lo que pretende demostrar cada desfile militar con el que se conmemora el 20 de julio de 1810.
20 de julio de 1810 - Intro Radioteatro Los Patriotas - 1958
Un acto de provocación muy efectivo, aquel del suceso de Llorente y su florero en 1810, desembocó en una más de las trifulcas que se han dado en la Plaza de Bolívar. Pero esta ha sido quizá la más importante en nuestra historia. “¡Abajo el mal gobierno!”, “¡Queremos Junta!”, se gritaba. Los criollos inconformes exigìan mayor participación.
Esa demostración de inconformidad del 20 de julio, en pleno centro político y administrativo del Nuevo Reino de Granada, fue un momento de mucha agitación, pero no hubo batallas, ni ejércitos, ni armas; como sucedería años más tarde el 7 de agosto en Boyacá.
Sesenta y tres años después, se eligió el 20 de julio como fecha memorable y punto de inicio de un nuevo proyecto colectivo llamado República de Colombia. Eso es lo que celebramos cada 20 de julio: la fundación de la Nación basada en los principios democráticos, la responsabilidad de compartir un territorio, hacernos parte de un todo y ponernos de acuerdo para hacer las cosas juntos. Así seamos diferentes.
Pero, para que este proyecto sea realmente democrático, es muy importante que las armas estén exclusivamente en poder del Estado. Que su uso legítimo se rija y esté supeditado al cumplimiento de la Constitución Política y de las leyes. De allí el sentido y la importancia del desfile militar en la conmemoración de la independencia y en la celebración de la Nación Colombiana.
Inravisión (ca. 1980). [Desfile militar del 20 de julio]. Colombia: Inravisión.
Alberto Lleras Camargo - La historia y el porvenir - Extracto Discurso 1960
Por: Tatiana Duplat
