El genocidio de Ruanda, ocurrido entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994, tuvo como consecuencia un estimado de 600.000 víctimas. Señal Memoria conserva registros de radio y televisión que informaron a los colombianos acerca de toda una serie de aspectos derivados del genocidio, como el reclutamiento infantil y los juicios a los responsables.
La noticia de genocidio de Ruanda, considerado uno de los episodios más violentos del siglo XX, llegó a Colombia a través de medios de comunicación como la radio y la televisión, gracias a noticieros y programas culturales, conservados hoy por Señal Memoria.
El genocidio de Ruanda
Los hechos ocurrieron entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994, cuando miembros del grupo étnico Tutsi y Twa fueron asesinados por el grupo étnico hutu, con el aval del gobierno, liderado por el presidente Thénoeste Bagosora.
Este episodio hizo parte de la guerra civil por la que atravesaba el país, la cual inició debido a la invasión del Frente Patriótico de Ruanda, grupo armado de origen Tutsi, al norte del país, en 1990. La matanza se desencadenó cuatro años después tras el asesinato del presidente Juvénal Habyarimana, el 6 de abril de 1994. Habyarimana lideraba negociaciones de paz con el grupo armado.
El genocidio es consecuencia de múltiples factores: las tensiones históricas entre hutus y tutsis por la participación política, la deshumanización de ambos grupos, y el separatismo institucionalizado de los dos principales grupos étnicos del país. Dicho separatismo tiene raíces en la ocupación alemana y belga de la actual Ruanda, entre finales del siglo XIX y mediados del XX.
Lo de Ruanda fue una matanza que, si bien fue iniciada y alentada por grupos políticos específicos, involucró a una parte considerable de la población civil del país en el rol de víctimas y victimarios. La persecución y asesinato de tutsis por milicias arroja un estimado de 800.000 muertes, una cifra aún en discusión por académicos y organizaciones de derechos humanos.
Reclutamiento infantil como consecuencia del genocidio
Otra consecuencia de la guerra fue el recrudecimiento del reclutamiento infantil. El gobierno de Ruanda ha reconocido que niños de alrededor de 14 años, fueron reclutados en las milicias hutus durante el genocidio de 1994. Además de las cifras oficiales, no se cuestiona la participación de menores en otros bandos de la guerra.
En 1995, aún con la guerra civil en curso, la HJCK realizó un reportaje sobre los niños combatientes de Ruanda y cómo muchos de ellos huyeron a Tanzania y Zaire, actual República Democrática del Congo.
Bada, Ricardo (Locutor). (1995). Reportajes y crónicas desde Europa. [Programa informativo]. Colombia: HJCK. Archivo Señal Memoria: HJCK-DGW-075291-01-SER001CPTDGW.
La televisión y el valor de la memoria del genocidio
El genocidio se considera un acto deliberado que no se puede atribuir a un esporádico episodio de descontento civil, sino a un llamado a la acción por parte de figuras gubernamentales y mediáticas, en un escenario de poder manejado por los hutus.
Por esta razón, acabado el episodio inició la investigación de responsables individuales y colectivos que tomaron parte en el hecho de orquestar la matanza. Se identificaron personas en círculos políticos y familiares cercanos al gobierno hutu, organizadores rurales de las matanzas, integrantes (civiles y policiales) de las milicias, y miembros de la guardia presidencial. Debido al caos generado por la guerra los juicios tardaron en iniciar, lo que generó temores en la comunidad nacional e internacional frente a una posible impunidad. Un año después de la tragedia, el 6 de abril de 1995, el Noticiero de las 7 incluyó esta preocupación como parte de los titulares internacionales del día:
Programar Televisión (Productor). (1995). [Noticias internacionales: genocidio de Ruanda a punto de quedar impune] abril 6 de 1995. (Programa informativo). Colombia: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60-063982.
Alrededor de 70 personas han sido procesadas por el Tribunal Penal Internacional de las Naciones Unidas (instaurado en noviembre de 1994) debido a su participación en la masacre, mientras que 20.000 han sido acusadas en los tribunales comunales o Gacaca. Estos procesos judiciales han hecho parte de las acciones para el reconocimiento a las víctimas, la construcción de paz y la reconciliación entre hutus y tutsis. Los tribunales comunitarios e internacionales de Ruanda, con sus ventajas y dificultades, han sido un ejemplo para otros procesos de justicia transicional en el mundo.
Gracias a los documentos de archivo de medios internacionales como los mostrados por el Noticiero de las 7, ha sido posible contar con registros visuales del genocidio que dan cuenta de su gravedad y que han servido de evidencia junto a los testimonios de víctimas y victimarios en los juicios.
Actualmente, la memoria del genocidio de Ruanda sigue en construcción junto con las garantías estatales contra la inequidad y discriminación entre sus habitantes. La memoria, entonces, es un componente importante en la recuperación del país, pues permite reparar a las víctimas del genocidio, mantener el episodio en la historia de la sociedad, y reconstruir puentes entre hutus y tutsis.
Autora: Elsa Garzón