El mismo año 1967 en que Gabriel García Márquez publicó Cien años de soledad, el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias recibió el Premio Nobel de Literatura. Nacido en 1899, fallecido poco después del reconocimiento, en 1974, Asturias dijo de García Márquez que, en su obra cumbre, el colombiano había plagiado la búsqueda de lo infinito, novela del francés Honoré de Balzac (1799-1850). Aquello sucedió en Madrid, el 19 de junio de ese mismo año. En pocos días la discusión se replicó en los principales diarios del mundo y logró, por un lado, dar mayor realce a la obra de Gabo y, por otro, un rechazo generalizado y rotundo a la opinión de Asturias.
En el plano literario, Asturias se ubica como antecedente del Boom literario latinoamericano en que se inscribe García Márquez. Incluso, la obra de Asturias ha sido igualmente calificada como “realismo mágico”. Una constante en sus novelas fue la denuncia y reflexión sobre las inequidades sociales y maltratos en la historia latinoamericana. Sus opiniones sobre la posición de la literatura del continente fueron expresadas al momento de recibir el Nobel y difundidas en Colombia a través de la emisora HJCK.