Durante el mes de mayo, en la Fonoteca de Señal Memoria estaremos revisando nuestra historia. O mejor, nuestras historias. Vamos a hacer un viaje en el tiempo para tener en la memoria qué ha sucedido con la Radio Nacional de Colombia desde los años setenta para acá; qué sucedió en el interludio de los 80; qué sucedió cuando surgió 99.1 Frecuencia Joven de la Radiodifusora Nacional de Colombia; qué sucedió cuando llegó el siglo XXI y todo cambió a nivel mundial.
Los años 70: Nuevos enfoques culturales en la Radio Nacional
La emisión de programas como Carta de Colombia nos muestra que durante los años 70 hubo continuidades con lo sucedido hasta el momento. Pero así mismo, empezaron a germinar algunas diferencias. Carta de Colombia fue un programa realizado por la emisora HJCK y retransmitido en la Radio Nacional de Colombia. A manera de magazín, el espacio se encargó de presentar los principales acontecimientos culturales ocurridos en el país desde finales de los años 60, durante la década del 70 y hasta 1981. La diferencia radicó en que, por igual, Carta de Colombia dio relevancia a las expresiones asociadas a la “alta cultura” (que eran el fuerte de la Radio Nacional) y a las expresiones de la cultura popular. Esa apertura a la inclusión tendría desarrollo a lo largo de los años por venir en la Radio Nacional.
Los años 80: una cita con la historia cultural a través de las voces que la escribieron
En esta etapa de tránsito, en la que, por ejemplo, el valletano empezó a tener espacio propio en la programación de la Radio Nacional, también estuvieron presentes grandes intelectuales del siglo XX en Colombia. Algunos habían colaborado durante muchos años en la emisora, otros habían estado de paso. Unos y otros coincidieron en realizar programas basados en sus memorias sobre experiencias personales y profesionales. Nos detendremos en el trabajo de Hernando Salcedo Silva (1916-87) con sus reflexiones en el programa Hablemos de cine; y de Germán Arciniegas (1900-99) y el programa Memorias de un desmemoriado. La política, la historia, la cultura, vista por personas que vivieron a lo largo del siglo XX y que miraban atrás en la etapa final de su existencia.
Los años 90: un nuevo país, una nueva mirada hacia el futuro
La década final del siglo XX significó la consolidación de muchas iniciativas cocinadas desde años antes. Adquirieron relevancia perspectivas que veían al país de manera novedosa frente a nuevas y variadas formas de comunicación. La Radio Nacional de Colombia respondió con el establecimiento de una nueva emisora que se sumó a los enfoques que históricamente habían ocupado su labor: la “alta cultura” representada en la música clásica era el foco principal de sus emisiones en FM; las expresiones populares y/o tradicionales, el folclor, era objeto de las emisiones por AM; la proyección internacional del país era el objeto de las emisiones por onda corta.
Pero en medio de la pluralidad cultural de los años 90 las demandas juveniles eran otras. Surgió entonces la “Frecuencia Joven”. Rock, jazz, blues, salsa, reggae, rap y las nuevas ideas de una generación emergente, fueron la tela de donde se cortó una oferta radial que impactó en la ciudad de Bogotá.
De manera paralela, las llamadas “minorías” del país, como los afrodescendientes, encontraron terreno fértil para reafirmar su cultura en el plano institucional. El surgimiento del Festival de música del Pacífico “Petronio Álvarez” fue un suceso angular en la popularización que han alcanzado estas expresiones. La Radio Nacional estuvo presente desde la primera edición de dicho evento, con lo que daba continuidad a una labor iniciada desde los años 70 y que continúa hasta nuestros días: el cubrimiento y difusión de festivales musicales.
El siglo XXI: relación con el pasado mirando al futuro
Entrado el siglo XXI, la Radio Nacional tuvo un cambio fundamental como no se había hecho años antes. Su programación musical, en la que siempre había primado la llamada música clásica, viró para enfocarse en los “Sonidos Colombianos”. Nunca antes en la historia de la emisora se había dedicado tanto espacio a las expresiones musicales generadas en el país. Pero además, la forma en que esto se llevó a cabo tomó distancia del canon folclorista, para abrir el espectro radial a todo el espectro de fusiones y nuevas propuestas, en diálogo con los “clásicos” del pasado que no quedaron atrás.
La Radio Nacional adquirió un color único en la oferta radial del país que ha sido su bandera hasta la actualidad. A esto se sumó el nacimiento de Señal Radiónica, emisora que ha renovado los “votos de confianza” en la juventud y se ha convertido en una propuesta que dialoga de manera permanente con los múltiples y mutantes lenguajes contemporáneos.
75 años de historia serán nuestro destino en un viaje que, esperamos, produzca por igual certezas y preguntas en torno a nuestra historia, la forma como década tras década se ha reinventado la Radio Nacional para, a su vez, adaptar los ideales de siempre a las demandas que trae cada nueva generación sobre la base de los pasos que van quedando en la memoria.
José Perilla