Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos son uno de los eventos políticos más importantes y con mayor cobertura mediática a nivel mundial durante este año.
Hoy 5 de noviembre de 2024, los ciudadanos de los Estados Unidos acuden a las urnas para elegir a su presidente. Estas elecciones plantean diversos retos para la democracia estadounidense por varias situaciones. En primer lugar, un contexto político marcado por la polarización política y posturas diametralmente opuestas en algunos temas como la migración, los servicios sociales y la política exterior. En segundo lugar, un sistema electoral que ha sido objeto de debate y críticas por los mecanismos de representación y la influencia del voto en los Estados más pequeños. Y por último, las implicaciones para el contexto internacional a partir de los posibles resultados.
Polarización política
En los EE. UU. el sistema de partidos ha favorecido la existencia y pervivencia de dos grandes colectividades políticas: el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Los cuales han dominado el sistema político norteamericano desde mediados del siglo XIX.
La génesis de los partidos políticos se remonta a la discusión imperante en los nacientes Estados del continente americano luego de sus independencias a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. La pugna entre federalistas y centralistas creó dos grupos políticos que se enfrentaron por el poder político desde el mismo momento en que se promulgó la Constitución de Filadelfia en 1787.
Al siguiente año, se convocaron las primeras elecciones en las que resultó ganador George Washington, que representaba los planteamientos federalistas en el funcionamiento del Estado y profesaba la unión de la nación para evitar conflictos al interior de la naciente república.
A principios del siglo XIX, los federalistas fueron perdiendo influencia, y los demócratas-republicanos se convirtieron en el partido dominante. Posteriormente, este partido se dividió en dos facciones: el Partido Demócrata moderno proclive al fortalecimiento de las instituciones del Estado y su intervención en la economía; y el Partido Whig (liberales) que presentó rupturas en su interior y acentuó la divisiones entre el norte y el sur del país frente a temas como la esclavitud y el manejo de la leyes federales.
Estas divisiones se hicieron más fuertes durante la Guerra Civil o Guerra de Secesión, entre 1861 y 1865, sumado a la consolidación del Partido Republicano, con la llegada de Abraham Lincoln a la presidencia que abogaba por un gobierno más limitado y una mayor autonomía para los Estados que conforman la unión americana.
Desde entonces, el sistema bipartidista se ha consolidado, con los demócratas y republicanos como los principales actores en la política estadounidense. Aunque han surgido otros partidos y movimientos, el sistema electoral y las dinámicas políticas han favorecido la permanencia de estos dos partidos en la lucha por el poder federal.
Actualmente, la existencia del bipartidismo estadounidense ha provocado un clima de polarización política que crea tensiones frente a la elección presidencial. Esta situación hace necesario un llamado a la unidad de la nación alrededor de las instituciones como el que realizó Bill Clinton al ganar las elecciones en 1996, y que se presenta en el siguiente fragmento audiovisual conservado por Señal Memoria.
Programar Televisión (Productor). (1996). Noticiero de las siete N7: 1983-2001. Elecciones presidenciales de Estados Unidos en 1996. Bogotá: Archivo Señal Memoria, BTCX60-064199.
Un complejo sistema electoral
El sistema electoral norteamericano y el procedimiento para la elección presidencial se encuentran establecidos en la Duodécima Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos promulgada por el Congreso en el año 1804.
La elección presidencial en este país tiene varias etapas, en las cuales la participación de la ciudadanía es determinante para cumplir con el cometido de elegir al presidente por un periodo de cuatro años. El primer paso es la realización de las primarias y caucus (asambleas de partidos), en las cuales en cada uno de los Estados se eligen los candidatos a la presidencia por cada partido existente.
El segundo paso, es la elección de representantes a los colegios electorales, los cuales se eligen en la misma proporción a la participación de cada Estado en el Congreso, en total se eligen 538 delegados en el país, y serán estos, los que de acuerdo con los resultados de los votos en las urnas se encargan de anunciar al nuevo presidente o presidenta.
El tercer paso, se realiza el primer martes de noviembre del año electoral, cuando se tienen elegidos candidatos por partidos y representantes en los colegios electorales, se abren las urnas a los ciudadanos para que emitan sus votos de acuerdo con sus preferencias. Una descripción del día de las elecciones en Estados Unidos se presenta en el siguiente fragmento audiovisual.
Programar Televisión (Productor). (1988). Noticiero de las siete N7: 1983-2001. Reportaje elecciones Estados Unidos 1988. Bogotá. Archivo Señal Memoria. UMT-217511.
“El que gana se lleva todo” o “winner-takes-all”
La principal función de los colegios electorales es elegir el presidente de acuerdo con los resultados de las urnas. Así el candidato ganador en cada Estado obtiene todos los votos del colegio electoral, razón por la que los candidatos presidenciales buscan ganar los votos en los Estados que tienen mayor representatividad, por ejemplo, el Estado de California que tiene 55 electores, es uno de los más disputados en la contienda electoral.
Los Estados más pequeños, como Vermont o Wyoming que tienen poca representatividad, tienen un peso importante en caso de que las elecciones sean muy reñidas, estos votos del colegio electoral son determinantes ante un eventual desempate. Este sistema busca equilibrar la representación de los Estados grandes y pequeños en el momento de elegir al presidente de la nación estadounidense.
Este sistema ha sido cuestionado debido a que, en casos como las elecciones de 2016, Hillary Clinton obtuvo la mayoría de los votos de los ciudadanos pero su rival el republicano y hoy candidato, Donald Trump salió victorioso en el colegio electoral debido a que obtuvo la victoria en Estados pequeños con pocos votos ciudadanos, pero determinantes para alcanzar los 270 votos electorales que lo convirtieron en presidente para el periodo de 2017 a 2021. Un análisis de esta situación fue realizado en el programa Señal de la Mañana en el siguiente fragmento sonoro.
Patiño, Darío Fernando. (Locutor). (2016). La Señal de la Mañana. Bogotá: Archivo Señal Memoria, RNDC-DGW-219796-01.
Las implicaciones de las elecciones para el mundo
Las elecciones en EE. UU. tienen numerosas implicaciones a nivel mundial debido a la importancia que desempeña este país en la política, la economía y la seguridad en el contexto internacional.
En materia de política exterior, el resultado de las elecciones puede alterar alianzas, tratados y enfoques hacia conflictos internacionales, que crean una serie de incertidumbres en un contexto en el que la posición de estadounidense es determinante para resolver situaciones como la de Oriente Medio y Ucrania.
En lo económico, las decisiones norteamericanas en temas comerciales, arancelarios y monetarios afectan a economías de todo el mundo. Un cambio en la política comercial puede influir en mercados internacionales, cadenas de suministro y en la economía de países dependientes del comercio y de los dólares estadounidenses.
Por último, uno de los fenómenos sociales más determinantes de la actualidad está relacionado con las políticas migratorias de EE. UU. que, afectan no solo a las personas que buscan entrar al país, sino también a las dinámicas en sus países de origen y a las relaciones internacionales en materia de refugio y migración.
Así las cosas, el mundo se encuentra a la expectativa sobre estos comicios, la decisión de los norteamericanos puede llevar a la primera mujer afrodescendiente a la presidencia con posturas progresistas, o puede elegir a uno de los presidentes más controvertidos de la historia reciente por su confrontación constante a las instituciones democráticas, anochecerá y veremos.
Por: Iván Darío Romero Vega