Fusiones del Caribe y la montaña con Toñita Mejía y su estudiantina | Señal Memoria

Publicado el Mar, 24/06/2014 - 21:01
Fusiones del Caribe y la montaña con Toñita Mejía y su estudiantina

El cerrado vínculo creado en Colombia entre regiones geográficas y prácticas musicales tiene, en realidad, algo de artificio. Durante el siglo XX, la llamada música andina colombiana fue muy popular en muy diversas regiones de Colombia, incluido el Caribe. Así mismo, en su práctica y composición, pasillos y bambucos contaron con personajes tan ilustres como el cartagenero Adolfo Mejía, por no mencionar a Lucho Bermúdez, paradigmas de la música caribeña.

Por otro lado, en el terreno de las “Estudiantinas” de cuerdas (un tipo de conjunto instrumental insigne del discurso regionalista-nacionalista), varios arreglistas se aventuraron en el uso de géneros musicales de raíz caribeña. Es el caso de Toñita Mejía y su popular estudiantina.

Toñita Mejía

 

Nacida en 1915 en San Pedro de los Milagros, Antioquia, Rosa Antonia Mejía Múnera tuvo una actividad musical muy popular en vínculo con Fabricato. Durante los años sesenta y setenta esta empresa textil apoyó de manera decisiva el desarrollo musical de Antioquia a través de emisiones radiales, concursos y con el sostenimiento de agrupaciones musicales y actividades pedagógicas. De todas esas actividades tomó parte Toñita Mejía (ver Héctor Rendón Marín, De liras a cuerdas – Una historia social de la música a través de las estudiantinas – Medellín, 1940-1980, Tesis de grado, Universidad Nacional de Colombia, Medellín: 2009.

Otro medio en el que desarrolló su carrera esta artista fue la industria discográfica. En Medellín, durante las décadas mencionadas, los sellos Discos Fuentes, Sonolux y Codiscos, entre otros, contaban ya con un mercado consolidado. La Fonoteca de Señal Memoria conserva dos ejemplares de la discografía de Toñita Mejía. Se trata de dos ediciones de la producción Nochecita campesina (c.1963), una monofónica con el serial LDZ 2059 y la posterior edición estereofónica, ELDD 50102. Las dos fueron publicadas por la Compañía colombiana de discos, Codiscos.

 

Nochecita campesina (Monofónico)

 

 

Nochecita campesina (Estereofónico)

 

En relación con las fusiones musicales de diversos géneros y prácticas mencionadas al principio, de los discos de Toñita Mejía y su estudiantina cabe destacar la presencia de algunas rumbas criollas. “Éntrale en ayunas” o “Que vivan los novios”, canciones de Emilio Sierra, son ejemplos paradigmáticos de la fértil fusión entre el bambuco y la música caribeña, gestada durante los años treinta en el interior colombiano por el propio Emilio Sierra en compañía de Milciades Garavito  y Diógenes Chávez, entre otros.

Los dos discos conservados en la Fonoteca tienen los códigos CD11452 (mono) y CD11772 (estéreo). De allí se presenta a continuación las dos rumbas criollas mencionadas. “Éntrale en ayunas” del disco monofónico y “Que vivan los novios” en estéreo. Adicionalmente, como ilustración del interés de Toñita Mejía en la música del Caribe, se presenta también un clip de audio realizado con base en la muy singular versión del clásico “Azucena”, de Noel Petro “El burro Mocho”. Esta canción se incluye en el trabajo discográfico Aires campesinos (Discos Zeida - Codiscos, c.1965 – Archivo personal).

 

“Éntrale en ayunas” (monofónico)

 

“Que vivan los novios” (estéreo)

 

Clip “Azucena” 

 

José Perilla
 

Fecha de publicación original Mar, 24/06/2014 - 21:01