En las décadas del 70, el 80 y el 90 del siglo XX, el programa De Viva Voz, de la Radiodifusora Nacional de Colombia, presentó pasajes de obras de la literatura hispanoamericana leídos por sus autores. El nombre del programa no podía ser más justo. Además de descubrir escritores o retornar a autores conocidos, la audiencia tenía la oportunidad de recibir de su propia voz las obras que habían escrito. Uno de ellos fue el argentino Julio Cortázar, autor de novelas y numerosos cuentos, muchos de ellos del género fantástico.
Cortázar es uno de los autores del boom latinoamericano, entre los que se encuentran Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Una de sus obras más conocidas y leídas es la novela Rayuela. Según Andrés Amorós, en su introducción a Rayuela (Ediciones Cátedra, 2013), Cortázar coincide con otros escritores del boom en su “asimilación natural de las técnicas renovadoras de la novela contemporánea”. Para Cortázar, esa renovación consistió, entre otras cosas, en la búsqueda de un lector activo que construya los significados de la obra con la complicidad del autor. Tal fue una de las búsquedas de Rayuela.
Cortázar escribió Axolotl, un cuento que produce la maravillosa ilusión de que el narrador es él y al mismo tiempo es una criatura misteriosa e inmóvil que está en un acuario; siendo una, la voz del narrador es doble. El lector sigue la peripecia del cuento sin el auxilio de la siquiatría, la magia o la ciencia, guiado por la alucinada imaginación del autor y su perfecta narración, que trastocan y amplían la realidad. En el cuento La noche boca arriba, nuestro mundo, poblado de edificios, avenidas, motos y ambulancias, resulta ser un sueño de un indio al que persiguen los aztecas en tiempos prehispánicos. En La noche boca arriba, aquello que pensamos que es la realidad, en la que comemos, dormimos y sentimos el paso del tiempo, se revela como una ilusión.
De Viva Voz combinaba las voces de los autores con las de los presentadores del programa, que les proporcionaban a los oyentes información valiosa sobre el escritor al que estaba dedicada cada emisión. Al enumerar las obras de Cortázar, la presentadora Cecilia Fonseca de Ibáñez partió de Los Reyes, poema dramático publicado en 1949, y culminó con El libro de Manuel, novela publicada en 1973, lo que permite suponer que esa era la obra más reciente del autor en ese entonces. Puesto que Cortázar murió en 1984, el programa debió de realizarse en algún momento entre 1973 y 1984. El día de la emisión, los oyentes escucharon a Cortázar leer pasajes de Rayuela, El Perseguidor, Conducta en los velorios y Casa tomada. Este capítulo de De Viva Voz está identificado en el catálogo de la Fonoteca de Señal Memoria con el código CD16467. El sábado 24 de julio de 1999, De Viva Voz dedicó un nuevo capítulo a Cortázar. Se le puede encontrar con el código CD1401.
Fragmento de De Viva Voz, Julio Cortázar
Carlos Fernández