En la década de 1950, algunos hábitos de los colombianos empezaron a cambiar. Los alimentos procesados, provenientes de industrias nacionales y extranjeras, invadían el mercado nacional y, por su facilidad en la preparación, atraían la atención de las amas de casa, en particular de aquellas pertenecientes a las clases más pudientes.
El Ministerio de Higiene, que fue creado durante el gobierno de Mariano Ospina Pérez (Ley 27 del 2 de diciembre de 1946), tuvo como primer ministro al pediatra Jorge Bejarano Martínez, considerado una notable figura en la historia de la medicina en Colombia. Este protagonismo de Bejarano responde, principalmente, al interés de diseñar políticas de salud pública orientadas al fortalecimiento físico y mental de la población, para garantizar el progreso de la nación.
De allí que la lucha contra la chicha, la formación de hábitos alimenticios sanos, el ejercicio físico y la limpieza corporal se promovieran a través de distintos medios, como la publicidad en prensa, conferencias radiales y manuales para lectura.
Eran años en que el mundo salía de una guerra en la que, con el discurso de la “raza superior”, se había justificado la muerte de millones de seres humanos. Por ello Bejarano y sus estrategias de fortalecimiento de la población no dejan de ser polémicos hoy en día. No obstante, es también paradójico que Bejarano considerara que la nutrición de los niños se garantiza con alimentos de origen natural y no con aquellos procesados, que provienen de las industrias y que han sido resultado, justamente, de la investigación en los llamados países desarrollados.
En nuestro archivo se conservan varias conferencias de este médico pediatra. Bajo el número de catalogación CD11101, así como en otros archivos sonoros que pueden encontrarse utilizando como palabra de búsqueda el término “Puericultura” es posible encontrar sus consejos a madres y amas de casa.
Por: Ana Maria Lara Sallenave