Las mujeres de La Historia de Tita escapan a la tradicional representación de protagonistas benévolas y carismáticas, y de antagónicas malvadas con sed de venganza. Por el contrario, el dramatizado neorrealista de Pepe Sánchez procuró presentar los matices propios de los seres humanos. Una mujer puede tener tanto actitudes despiadadas como bondadosas, de acuerdo a las circunstancias y a las personas que las rodean. En este artículo intentaremos dar cuenta de ese carácter que se perfiló en los personajes femeninos del seriado.
El dramatizado La Historia de Tita, del aclamado director Pepe Sánchez, relata la vida de Tita Sánchez, una joven que vivía con su madre y sus dos hermanos en un inquilinato. Luego de que su madre es arrestada por tráfico de drogas, Tita debe encargarse del sostenimiento de ella y su hermano menor, mientras su hermano Antonio se decanta por el crimen como método de sobrevivencia.
El seriado, protagonizado por Ana María Fernández, en el papel de Tita, y por Ana María Arango, en el rol de Encarnación; está basado en una historia real de una madre y una hija que se encuentran en la cárcel, pagando por dos crímenes distintos.
Para profundizar: La Historia de Tita, una historia real llevada a la televisión.
Aunque el papel de Encarnación, la madre de Tita, podría verse como el de una mujer malvada que no tuvo reparos en prostituirse y vender drogas en su propio lugar de residencia, que compartía con sus tres hijos menores de edad; lo cierto es que Encarnación fue presentada como una víctima más de las circunstancias. Madre soltera de dos niños y una niña, pero además involucrada en una relación de abuso por parte de su compañero sentimental, Encarnación no encuentra otro camino que el crimen para garantizar su supervivencia y la de sus hijos. En esta escena, podemos ver cómo se excusaba de sus prácticas ilícitas frente a una de sus vecinas.
Steffens, Jennifer (productora). Sánchez, Pepe (director). (1987). La Historia de Tita : Capítulo 7 [serie argumental o dramatizada]. Colombia: Tevecine. Archivo Señal Memoria, UMT-221099 CLIP 1
Por otro lado, Aminta, la mejor amiga de Tita e interpretada por Jennifer Steffens, es quizás uno de los personajes femeninos que más matices presentan dentro del seriado. Sobrina de la dueña del prostíbulo donde trabaja primero Encarnación y luego Tita, pero además propietaria de la casa de inquilinato, Aminta debe sortear el abandono familiar a muy corta edad, lo que la lleva a relacionarse con delincuentes que le enseñan a robar e incluso a participar de un autosecuestro infringido por un joven rico.
A pesar de su conducta, que no encuentra reprochable, siempre se presenta como una amiga incondicional que intenta ayudar a que Tita sortee todos los obstáculos que le van apareciendo en su vida. En esta escena vemos cómo Aminta intenta que Tita no sea tan ingenua ante los sucesos que le ocurren, al tiempo que lucha con sus propios problemas de desamor.
Steffens, Jennifer (productora). Sánchez, Pepe (director). (1987). La Historia de Tita : Capítulo 15 [serie argumental o dramatizada]. Colombia: Tevecine. Archivo Señal Memoria, UMT-221103 CLIP 1
Finalmente, Tita es presentada como una mujer noble que cae en múltiples crímenes más por las circunstancias y su propia ingenuidad que por actos premeditados con picardía. Su vida delictiva pasa por estafar a hombres que visitan el prostíbulo donde trabaja, allanamiento de morada con fines de hurto o robo a hombres a través del uso de escopolamina. En esta escena vemos a Timoleón, interpretado por Gustavo Londoño, intentando enseñarle cómo robar billeteras en los buses de servicio público.
Steffens, Jennifer (productora). Sánchez, Pepe (director). (1987). La Historia de Tita: Capítulo 15 [serie argumental o dramatizada]. Colombia: Tevecine. Archivo Señal Memoria, UMT-221103 CLIP 1
A pesar de sus andanzas en el mundo de la criminalidad, Tita siempre buscaba enmendar el camino y encontrar trabajos honrados como el de aseadora en una casa de familia o de mesera en un restaurante del barrio. Sin embargo, era común que se encontrara con personas que solo querían aprovecharse de ella, como el caso de Delfín, dueño de un restaurante e interpretado por Hernando Reyes, quien intentó abusar de ella.
Steffens, Jennifer (productora). Sánchez, Pepe (director). (1987). La Historia de Tita: Capítulo 18 [serie argumental o dramatizada]. Colombia: Tevecine. Archivo Señal Memoria, UMT-221104 CLIP 2
Aunque Tita es presentada como una joven inocente que siempre busca enmendar sus errores, terminamos viendo su lado más oscuro cuando su vecina Eudocia, interpretada por Bárbara Perea, intenta seducirla. En un acto de homofobia, Tita no vacila en matarla con un cuchillo, a pesar de que Eudocia fue una amiga incondicional que procuró a toda costa ayudarla a conseguir un trabajo por fuera de la criminalidad.
Steffens, Jennifer (productora). Sánchez, Pepe (director). (1987). La Historia de Tita: Capítulo 22 [serie argumental o dramatizada]. Colombia: Tevecine. Archivo Señal Memoria,UMT-221106 CLIP 2
Tita finalmente reconoce su crimen y paga su condena, pero su acto de intolerancia nos permite entrever las intenciones narrativas de los realizadores de la serie, que más que proponernos una protagonista idealizada, nos presenta la cruda realidad de los marginados, donde el hambre, la pobreza y la exclusión los obliga a convivir entre lo legal y lo ilícito.
La Historia de Tita presentó no solo la cotidianidad de estas mujeres segregadas, sino también la sororidad entre ellas. Cuando Encarnación fue arrestada, Tita se convirtió en la proveedora de su familia; cuando Aminta y Eudocia vieron la situación de pobreza de Tita buscaron, una desde lo ilegal y la otra desde lo lícito, ayudarla a toda costa. Ese compañerismo y apoyo entre mujeres ha sido poco abordado en la pantalla chica colombiana, convirtiéndo a este dramatizado en uno de los más recordados por sus roles femeninos.
Por: Viviana Arce
