En 2017, la Asamblea General de la Naciones Unidas proclamó el 23 de septiembre como Día Internacional de las Lenguas de Señas con el fin de concienciar sobre su importancia para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas.
El 14 de noviembre de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante resolución, proclamó el 23 de septiembre Día Internacional de las Lenguas de Señas, que empezó a conmemorar todos los años a partir de 2018, a fin de promover la concienciación sobre la importancia de la lengua de señas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas.
Según la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 72 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80 por ciento vive en países en desarrollo y, como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas.
La lengua de señas colombiana, al igual que las lenguas indígenas, criollas y romaní hacen parte de las lenguas nativas de nuestro país. Esta pluralidad y variedad de lenguas es una expresión destacada de la diversidad cultural y étnica de Colombia y constituyen parte del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos que las hablan, por lo que el Estado colombiano tiene el deber de protegerlas.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce y promueve el uso de las lenguas de señas. Establece que tienen el mismo estatus que las lenguas habladas y obliga a los Estados partes a que faciliten el aprendizaje de la lengua de señas y promuevan la identidad lingüística de la comunidad de las personas sordas.
Al mismo tiempo, la Constitución de 1991, en su artículo 13, protege y promueve el uso del lenguaje de señas, dado que consagra el derecho a la igualdad de todas las personas, señalando que recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos sin discriminación alguna.
De este marco constitucional se ha desprendido toda una normatividad, con el objetivo de reglamentar la implementación de los sistemas de acceso en los contenidos transmitidos a través del servicio público de televisión, que garantiza el acceso de las personas con discapacidad auditiva junto con otras disposiciones.
Es así que desde 1995, se ha buscado que las personas con discapacidad tengan derecho al ejercicio efectivo del derecho a la información y a acceder a las comunicaciones en igualdad de condiciones.
Dentro de los diferentes mecanismos para llegar a esto hemos visto en la televisión pública la implementación del sistema closed caption, una tecnología especializada en la que, sobre un fondo negro, aparece el texto de lo que se está diciendo y oyendo, lo que incluye sonidos, expresiones, estados de ánimo y música.
Sumado a lo anterior, los diferentes programas institucionales del Estado colombiano cuentan con un intérprete de lengua de señas, beneficiando a la población sorda de nuestro país. Franjas como Mi Señal, de Señal Colombia crean contenidos para concientizar a los niños sobre la importancia de incluir en su conocimiento algunos gestos para poder comunicarse con las personas y los niños sordos.
Por otra parte, programas de televisión como el magazín Equidad enfocaron su trabajo en hablar sobre inclusión, además de tener segmentos dedicados a enseñar sobre lengua de señas en la cotidianidad.
Cepeda, Consuelo (directora). (2002). Equidad [Magazín] [Cap.: medios de comunicación]. Colombia: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, BTCX30 013795.
Es importante destacar el trabajo del Instituto Nacional para Sordos (Insor), que en conjunto con el Ministerio de las Tecnologías de la Comunicación ha recorrido un camino para garantizar el acceso de las personas sordas a la televisión, labor en la que han participado también la Federación Nacional de Sordos de Colombia (Fenascol) y el Ministerio de Educación, entre otras entidades públicas y empresas privadas.
Así pues, la televisión pública durante su historia reciente ha hecho esfuerzos para hacer contenidos incluyentes, logrando beneficiar a la población sorda de nuestro país.
Autora: Viviana Toro