El robo de la Mona Lisa o también conocida como La Gioconda es uno de los hechos que conmovieron al mundo del arte en su momento. Su enigmática sonrisa ha sido fuente de inspiración de todo tipo de obras no necesariamente vinculadas a la obra de da Vinci. Un ejemplo es esta obra de Huxley, que utiliza este pretexto para tejer todo un apasionante drama policiaco.
Radiodifusora Nacional de Colombia (productor). (1954). Teatro dominical. Bogotá: Radiodifusora Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, CD010056.
El Radioteatro
En su programa Teatro dominical, los servicios de Radiodifusión del Instituto Nacional de Radio y Televisión, Inravisión, presentaron La sonrisa de La Gioconda, obra teatral del escritor inglés Aldous Huxley (1894-1963), adaptada para la radio por Federico Vera Díaz. Se trata de un drama policiaco, protagonizado por Enrique Hutton, personaje culto, cínico y encantador, y por Juanita Spence, personaje discreto que poco a poco trasluce la intensidad de sus emociones. Emilia, esposa de Enrique, muere al comienzo de la obra. A partir de entonces, prevalece la sospecha de que su muerte fue provocada y comienzan las conjeturas sobre quién es el asesino.
Huxley y da Vinci
El título de la obra hace referencia a La Gioconda, célebre pintura de Leonardo da Vinci que retrata a una mujer joven que está vuelta de medio lado hacia el espectador. No es aventurado decir que en la obra de Huxley hay una Gioconda y que ella es Juanita Spence. Como la boca de La Gioconda de Leonardo, Juanita exterioriza una neutralidad a la que matiza una sonrisa.
La de La Gioconda de Leonardo ha sido calificada de enigmática, entre otras cosas, porque al mirar directamente sus labios, la sonrisa se convierte en un gesto neutral y, al mirarla de soslayo, la sonrisa retorna. Tanto en la obra de Huxley como en su versión radiofónica, Enrique Hutton le dice a Juanita, anticipándose al día lejano en que él cumpla ochenta años: "aún estaré pensando qué es lo que se esconde tras esa misteriosa sonrisa tuya". Y un poco más adelante, después de describirla como una persona plana, que no dice nada extraordinario y que, sin embargo, trasparenta profundidades y volúmenes interiores, concluye: "esa eres tú, mi misteriosa Gioconda".
El misterio
Esas profundidades y volúmenes salen a la luz poco a poco, conforme Juanita se siente libre para manifestar una pasión amorosa largo tiempo silenciada, y las conjeturas sobre el asesino de Emilia pasan al plano judicial y concluyen con la condena a muerte del principal sospechoso, Enrique Hutton. Juanita padece un insomnio que recuerda el sonambulismo de Lady Macbeth, de la tragedia de Shakespeare. El personaje que desentraña la causa de la turbación de Juanita es el Doctor Libbard, médico del cuerpo y del alma de los protagonistas del drama.
La adaptación
Si bien en la versión radioteatral de La sonrisa de La Gioconda, el doctor Libbard hace las veces del detective que llega a la raíz del asunto y cumple así con una de las funciones que le asigna la obra de Huxley, deja de desempeñar otra, fundamental para comprender su capacidad de penetración en la psique de los personajes y resolver el crimen: la de médico del alma, que indaga lo que se oculta más allá de los síntomas físicos. El escaso realce que se da a este papel de Libbard en la versión radial de La sonrisa de La Gioconda puede deberse a la necesidad de adaptar la obra para poder pasarla completa en cincuenta y cinco minutos, tiempo que dura el radioteatro.
Los actores
Enrique Pontón hace una buena interpretación de Hutton. Habla con desenvoltura y un latente buen humor, y su actuación permite formarse una imagen nítida del personaje. Samara de Córdoba interpreta a Juanita Spence; Carmenza de Cadavid, a la enfermera Braddock; Miriam González, a Clara; Mónica Rendón, a Doris Mead y Carlos Muñoz, al Doctor Libbard.
Radiodifusora Nacional de Colombia (productor). (1954). Teatro dominical. Bogotá: Radiodifusora Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, CD010056.
Por: Carlos Fernández