En abril de 1998, la OEA se reunió en Bogotá para discutir sobre temas como el problema del narcotráfico y el ingreso de Cuba a esta organización.
La visita de la OEA
El 30 de abril de 1998, en una gris y fría mañana de abril, los representantes de varios países americanos se encontraron en la capital colombiana para conmemorar los cincuenta años de la Carta de la Organización de los Estados Americanos que tiene como objetivo reunir a sus miembros para presentar las diversas agendas políticas que buscan preservar los valores democráticos y solucionar las problemáticas políticas y económicas que impactan todo el continente.
Es importante indicar que la ciudad colombiana fue escogida en esa ocasión por su valor simbólico e histórico: Fue allí donde se firmó ese documento un 30 de abril de 1948 durante la IX Conferencia Internacional Americana, cuando los principios de esta organización internacional fueron establecidos para garantizar la libertad, la paz y la solidaridad entre los pueblos americanos posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Además, el punto de reunión de este histórico suceso ocurrió en el mismo lugar que en 1948: las instalaciones del colegio Gimnasio Moderno de Bogotá. Cabe mencionar que pudo ser un evento especial para el presidente Samper porque él es egresado del nombrado instituto educativo y su abuelo, Daniel Samper Ortega, fue uno de sus cofundadores.
Desafortunadamente, los paralelos y similitudes del encuentro conservan una trágica conexión histórica: tanto en 1948 como en 1998, Colombia estaba atravesando por periodos de violencia y destrucción que impactaron negativamente la vida social, política y económica de la población civil a escala nacional. En las décadas de los cuarenta y cincuenta, el periodo popularmente bautizado como la “Violencia”, se cometieron varios crímenes violentos entre los seguidores de los dos partidos tradicionales (Conservador y Liberal). Por eso, los homicidios y amenazas provocadas generalmente por motivaciones políticas estaban a la orden del día.
Mientras tanto, hacía los años noventa, el nacimiento de los carteles y el fortalecimiento de los movimientos guerrilleros y de autodefensas ilegales que utilizaron el narcotráfico para financiar sus músculos militares, avanzaron por varios departamentos del país cometiendo todo tipo de actos victimizantes como el desplazamiento forzado, masacres, secuestros, reclutamiento ilícito de menores entre muchos otros que degeneraron permanentemente la vida cotidiana de miles de comunidades. Precisamente, este aumento de la violencia se generó por las luchas territoriales por el control del cultivo, la producción y transporte de la cocaína. Por este motivo, era fundamental para Colombia incluir esta problemática dentro del seno de la reunión de la OEA de 1998
¿Cuáles temas se abordaron en la reunión?
Uno de los temas centrales fue la necesidad de trabajar conjunta y coordinadamente para luchar contra los grupos de narcotraficantes que, hasta el día de hoy, afectan a todo el continente americano. Ya para mediados de los años noventa, el tráfico de drogas afectaba los distintos niveles de la seguridad estatal: por un lado, la propagación de organizaciones criminales capaces de extender su influencia a otras naciones desembocaba en el aumento de la criminalidad y la violencia en lugares donde esto ocurría. Por otra parte, el consumo de droga derivaba en una crisis de salud, en la cual, hace que se propaguen todo tipo de enfermedades.
Por eso, el entonces presidente Ernesto Samper, resaltaba la obligada necesidad de llamar a la cooperación conjunta e integrada para detener toda la cadena de la producción y mercado del narcotráfico. En su momento, Colombia era el país más azotado por la violencia que este mercado producía y sus impactos cada vez arribaban a otras naciones que ni siquiera colindan con las fronteras colombianas como lo es Estados Unidos. En otras palabras, el expresidente colombiano lo asumió como una problemática de escala continental y, por lo tanto, tenía que existir una estrategia de corresponsabilidad entre todos los países para perseverar la paz y la democracia. No obstante, este trabajo que coordina de firma multinacional varios países siempre es visto con cierta cautela ya que puede poner en riesgo la soberanía de distintos Estados al autorizar el ingreso de autoridades civiles o militares para combatir frontalmente el tráfico de estupefacientes.
Orozco Tascón, Cecilia (directora).(1998). Noticiero de las siete N7. [Discurso de Ernesto Samper sobre la problemática de las drogas y el narcotráfico en toda América]. Colombia: Archivo Señal Memoria, BTCX60-064455.
En otro documento, César Gaviria dio un discurso acerca de la pobreza y desigualdad que tristemente se ha vuelto un tema beligerante con pocos resultados eficientes y generales en el seno de la nombrada institución internacional. Evidentemente, al ser un expresidente que tomó decisiones claves para combatir la violencia del Cartel de Medellín, menciona la cooperación internacional como eje esencial que la OEA debe embarcar para detener la avanzada del narcotráfico.
Orozco Tascón, Cecilia (directora) (1998). Noticiero de las siete N7. [Discurso de Cesar Gaviria sobre el problema de las drogas en toda América latina]. Colombia: Archivo Señal Memoria, BTCX60-064455.
Por otro lado, en el ámbito de la diplomacia, se elevó a consideración la invitación de Cuba a la mencionada organización internacional. Claramente, el contexto post Guerra Fría y el final del mundo bipolar dividido entre Estados Unidos y la Unión Soviética, puede que haya abierto la puerta de introducir a la isla caribeña a la OEA tras décadas de embargo económico por parte de la política exterior estadounidense. A pesar de las peticiones de algunos países, Cuba se mantiene hasta la fecha ajeno a la toma de decisiones dentro de la OEA.
Orozco Tascón, Cecilia (directora). (1998). Noticiero de las siete N7. [Celebración de los cincuenta años de la OEA]. Colombia: Archivo Señal Memoria, BTCX60-064454.
¿Cómo está la OEA hoy en día?
El 30 de abril 2023, se cumplen 75 años de historia de la OEA. Durante todo ese tiempo, varios contextos de violencia han cambiado y otros se mantienen relevantes en Colombia: las organizaciones criminales de varios países como México, Brasil o Colombia se disputan el control de todo el portafolio criminal, o sea, los distintos mercados ilegales que azotan al continente: minería, tráfico de personas, migrantes, armas, fauna y flora, por mencionar algunos.
Por otra parte, puede que la OEA sea objeto de críticas por su operatividad y cuestiones políticas que no reflejan las relaciones multipolares del sistema internacional: a pesar de que Estados Unidos sigue siendo una potencia global, otros países como China son cada vez más influyentes en el escenario global. Además, otras organizaciones internacionales como la Alianza del Pacifico o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se han perfilado para generar un nuevo equilibrio hemisférico frente a Estados Unidos y Canadá, derivando en bloques difundidos entre varios países. Aun así, es importante resaltarlo como un organismo creado por americanos que velan por la democracia y la paz en todo el continente.
Por: Jaime Cimadevilla Acevedo