Las Joyas de la Corona, programa de la Radio Nacional de Colombia, que reposa en el Archivo Señal Memoria, abordó la infancia desde los discursos oficiales. Estos revelan cómo los niños, poco a poco, empezaron a ser parte de las políticas públicas. En la década de 1950, pediatras e higienistas hablaron a los oídos de los colombianos, desde la antigua Radiodifusora Nacional de Colombia, sobre la infancia y el interés de expandir lo público diseñando estrategias de protección hacia los niños y también para las madres.
Los niños, tan cercanos a nuestra sensibilidad, tan vulnerables y amantes de la libertad han sido depositarios de nuestra esperanza y la ilusión de un porvenir. Estas palabras, melosas por demás, no logran describir lo que es un niño.
Ser niño en Colombia no es fácil, como no lo es casi en ninguna parte del mundo. Entender al niño es un asunto que se ha vuelto cada vez más complejo, considerando que ya no son ni el sentido común ni la naturaleza propia de los vínculos humanos los únicos llamados a establecer nuestros lazos con la infancia. Hoy, la relación con los niños tiene más aderezos, llama a más reflexiones, incorpora múltiples disciplinas.
Seguramente todas esas disciplinas buscan, desde su orilla, la plenitud de la infancia. El logro de esa plenitud parece aún difícil de alcanzar. No es fácil ser niño y mucho menos en países como el nuestro, que se debaten entre el pago de la deuda externa, los marcados índices de desigualdad y la globalización cultural.
Esas estrategias eran resultado de una mirada sobre la infancia y el papel materno. Sin duda alguna, la intención se inscribía en un contexto de industrialización, de inserción del país en la economía mundial. Es decir, se pensaba en proteger a un tipo de ser humano que más tarde sería eficiente y funcional para el modelo de desarrollo. El Estado que volcaba sus ojos sobre la infancia quería protegerla y a la vez prepararla para un proyecto de sociedad específico.
De la mano de dos antropólogas expertas y conocedoras del problema de la Infancia, Maritza Díaz y Ximena Pachón, Las Joyas de la Corona aporta las claves para entender qué se buscó cuando desde el Estado, y en boca de sus funcionarios, la infancia afloró y se hizo parte del diseño de políticas.
