Finalmente, llegamos a la fase de modelización, la construcción de un modelo, es decir, de un esquema que indica las leyes constitutivas del texto, sus recurrencias, en nuestro caso un modelo discursivo sobre el campo laboral, una imágen de él que funciona como una clave de lectura de la primera temporada de la serie.
La estructura narrativa: historia de ascenso fallido
Un paso necesario previo a la construcción del modelo es analizar el nivel abstracto de la narración, donde nos interrogamos por cuál es la estructura de la historia. Este nivel es mucho menos directo, se trata de conexiones lógicas y estructurales más que, como antes, de elementos literales y formales.
Es por ello que cada elemento es considerado como una parte de la lógica narrativa, así los personajes como actantes le dan movimiento a la historia, las acciones como actos son las relaciones entre actantes y las transformaciones como variaciones estructurales son operaciones lógicas que están en la base de las modificaciones del relato.
Como vemos se trata de un análisis muy conceptual y que remite a lo más fundamental de la historia. En esta medida no buscamos profundizar este tipo de análisis, pero veamos parte de él para acercarnos a entender en qué medida nos es útil.
En dirección a los actantes de un relato se hace necesaria una primera distinción entre dos elementos, el sujeto y el objeto. Por un lado, está el sujeto que desea y que manipula parte de la realidad, y por otro, el objeto como una parte de la realidad susceptible de ser deseada y manipulada.
En la historia de la primera temporada de N.N. el objeto de deseo de Nerón, como sujeto, es diverso, pero se expresa en tres cosas: dinero, estatus y mujeres. Todas cosificaciones del valor de tener una “buena vida”. El sujeto mueve la trama, desarrolla actos en busca de satisfacer el deseo de ocupar una posición que suponga poseer estos objetos, y lo hace por medio de actos sobre objetos de manipulación.
Es importante aclarar que el estatus de sujeto y objeto se establece de cara a quién es el orientador de la trama, el del punto de vista privilegiado que suele ser el del rol protagonista. Así, si la mujer es un objeto de deseo es porque quien conduce la trama la contempla como tal.
Con el desarrollo de la historia ocurren diversos actos que expresan un enunciado disyuntivo entre sujeto y objeto, lo que quiere decir que hay un encuentro fallido, un imposibilidad de posesión del objeto, en vez de un enunciado conjuntivo que solo ocurre parcialmente hasta el final, cuando Nerón consigue dinero y comienza a trabajar en acercarse más a los otros dos objetos.
A nivel de variaciones estructurales corresponden varias categorías. Primero ocurre un estancamiento, donde lo que se pretende es llegar a la situación opuesta a la inicial y no se consigue: Nerón pasa de tener un trabajo poco remunerado, no recibir reverencias sino burlas y subestimación y no lograr ser correspondido por las mujeres que le gustan, a una situación casi igual, pero con un empleo extra.
Luego ocurren dos variaciones paralelas, por un lado una saturación aparente, pues el final es lo que se esperaba al inicio, pero no se da como una consecuencia de este tal y como suele suceder (comúnmente un protagonista pierde algo y ejecuta un viaje para recuperarlo hasta que lo logra), sino que ocurre por suerte.
La otra variación es la sustitución parcial, en la que el punto de llegada no tiene una relación directa con el punto de partida, ya sea porque el deseo del personaje se transforma o la trama cambia. En N.N. la trama presenta un conflicto móvil entre lo económico y lo romántico, pues en principio la búsqueda de Nerón de una pareja parecer ser otra parte de su deseo de una vida de clase media, pero luego no es unitaria su motivación, pues los actos que ejecuta son contrarios a esta primera búsqueda.
Así, el autosabotaje de Nerón se convierte en un recurso cómico que le da cierta incoherencia a la trama y que desplaza el objetivo económico de lo laboral a la mera apariencia de estatus. De este modo, el personaje no solamente es torpe sino que realmente no parece importarle su objeto de deseo o este parece ser tan ambiguo que sus estrategias para ascender socialmente tienden a ser inconexas y a tener efectos adversos.
Al final, Nerón consigue lo que esperaba por casualidad, intenta de una manera muy contraproducente tener un mejor cargo laboral y enfoca sus esfuerzos en tener la apariencia de un “magnate”.
El campo laboral en N.N.
Habiendo analizado la estructura de la historia, un segundo paso para la construcción del modelo es concluir cuál es la manera en que la serie representa el campo laboral a través de sus elementos referenciales, aquellos introducidos en la segunda parte de este análisis.
Empecemos por las trayectorias sociales, vimos que sólo hay un par y la más representativa es la de Nerón. Esta se expresa como producto de la suerte al ganar la lotería. Por momentos también parece que su estancamiento es producto no solo del descuido que tiene de su labor sino de su suerte, las más de las veces mostrada como la mala suerte de ser atrapado acosando a sus compañeras y evadiendo el trabajo. Pero también es la mala suerte de su fracaso en otros cargos, pues justo cuando trabaja en seguridad ocurre un robo o no logra ser un vendedor exitoso porque nadie le compra o porque daña los productos.
La ausencia de trayectorias muestra un modelo estático que representa al campo laboral enfatizando las posiciones casi inmóviles que lo componen, estas poco cambian y sus cambios no tienen causas claras o son fortuitos. Un modelo dinámico se da en aquellas películas y series que, por el contrario, se centran en el ascenso o descenso socioeconómico de una persona.
Por otro lado, tenemos las clases sociales con sus componentes de posición socioeconómica y de habitus. En el artículo pasado vimos la enunciación sobre la precariedad del trabajo, de la que se indica que impide el ascenso social y la solidaridad con quienes se encuentran en similares o peores condiciones, pero cuya veracidad queda en entredicho.
Así, vemos expresiones de algunos personajes sobre el bajo salario e incluso referencias al trabajo infantil como muestra de pobreza y desigualdad. Pero no logra ser claro por qué Nerón siempre tiene pocos o nulos ingresos, aún con dos trabajos y ninguna comodidad, o cómo su situación es precaria, cuando cuenta con primas (sobresueldos), atención médica y mucha permisividad por parte de la empresa para conservar su trabajo, aún con sus constantes descuidos y baja “eficiencia”.
Dicho esto, respecto a las condiciones de la clase trabajadora parece no haber personajes que indiquen un punto de vista fiel y total que coincida con lo mostrado más allá de las voces de los personajes. Pareciera que bastara con la enunciación o que se quiere indicar que estos tienen puntos de vista erróneos.
Mientras, en la representación de los cargos ejecutivos de la empresa es difusa la representación de clase, lo que vemos en una marcada jerarquía institucional que establece relaciones de poder muy desiguales entre los distintos cargos.
En adición, más allá de los someros indicios a que el jefe viene de una familia adinerada y que por ello tiene este trabajo, lo que predomina es una referencia a las reglas del campo y la institución, otro elemento referencial. Subgerente, jefe y supervisor, e incluso Júpiter como jefe del billar, actúan de forma distinta a los trabajadores en tanto son los cargos garantes y representantes de estas reglas. Veamos una secuencia que así lo ilustra:
Duplat, Carlos (Director). (1990). N.N. Colombiana de Televisión - Coltevisión. Archivo Señal Memoria.
Lo que vemos allí es que los cargos ejecutivos o gerenciales evidencian en sus actos una regla fundamental del campo económico: conseguir que los empleados trabajen lo máximo al menor costo. De ahí que estos personajes tengan conflicto con Nerón por evadir el trabajo o realizarlo mal, lo que ofrece una explicación parcial de su hostilidad y antipatía.
En último lugar, tenemos el elemento de la relación entre capitales, este está claramente vinculado con la crítica a la meritocracia que abordamos en el artículo anterior. Allí mencionamos que existe una subordinación del capital cultural ante el capital económico y el social, de manera que el conocimiento, las capacidades y la experiencia de las personas tienen poco valor.
El capital social parece ser un elemento de importancia para tener un puesto o recibir cierta calidad en el trato, pero no es tan central como el capital económico, ya que tener o no dinero se vuelve todo en varios momentos de la serie. Con recursos económicos las relaciones sociales se hacen más accesibles y el trato recibido cambia por completo, como se puede apreciar en la siguiente secuencia:
Duplat, Carlos (Director). (1990). N.N. Colombiana de Televisión - Coltevisión. Archivo Señal Memoria.
No obstante, el mal trato entre las personas, que caracteriza una de las principales sátiras de la serie, no se limita a una cuestión del campo laboral y de los cargos superiores a los inferiores. Veremos en el siguiente y último artículo que se vincula con un habitus que trasciende las condiciones de clase y que es parte central del mensaje que ofrece esta representación de la realidad socioeconómica.
Por: Camilo Hernández