Publicado el Jue, 17/04/2014 - 20:14
Artes y oficios
Por Siempre Gabo
Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Magdalena, el 6 de marzo de 1927. Su vida siempre estuvo ligada al periodismo, la literatura y la cinematografía.
Empezó a estudiar derecho en Bogotá, pero tras el cierre de la Universidad Nacional después de El Bogotazo, pide traslado a la Universidad de Cartagena, donde tampoco termina sus estudios porque lo que quería hacer era dedicarse a escribir. Decide entonces irse a Barranquilla, donde participa activamente en las tertulias literarias del llamado Grupo de Barranquilla, conformado por jóvenes intelectuales: Alfonso Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Alejandro Obregón y Germán Vargas, entre otros. En esta ciudad escribe también para los periódicos El Universal y El Heraldo.
Exposición sobre el Grupo de Barranquilla en la Feria Internacional del Libro, Bogotá, 2013.
Foto: Sandro Boris Sánchez
En febrero de 1952 la Editorial Losada le dice que no tiene futuro como novelista y se niega a publicar La hojarasca, justo cuando acababa de quedarse sin trabajo en Barranquilla, situación que lo llevó a vender libros en los pueblos del Caribe colombiano. Álvaro Mutis, su amigo de toda la vida, lo anima a viajar a Bogotá a buscar trabajo y en 1954 entra al equipo de redactores del periódico El Espectador.
Un año más tarde dos de sus obras se publican: su primera novela, La hojarasca y Relato de un náufrago, que sale por entregas en El Espectador y es censurada por el régimen de Rojas Pinilla, evento que lo lleva al exilio como corresponsal de El Espectador en Europa.
En Roma estudia dirección cinematográfica y después en París se queda sin trabajo por el cierre de El Espectador. En medio de una difícil situación económica, se dedica a escribir El coronel no tiene quien le escriba, publicada en 1958 por la revista Mito. Ese mismo año se casa con Mercedes Barcha y se radican en Venezuela porque Gabo escribía para la revista Momento. Después de cubrir el triunfo de la revolución cubana, termina trabajando con la sede en Bogotá de Prensa Latina, agencia de noticias de Cuba, y después en sus sedes en Cuba y Nueva York.
En 1961 decide trasladarse con su familia a México, donde trabajó como editor de las revistas La Familia y Sucesos para Todos, mientras hace la recopilación de cuentos que componen Los funerales de la Mamá Grande y recibe el premio Esso por La mala hora, una novela que había empezado a escribir desde que estuvo en París.
Gabo sintió que se había vuelto famoso desde que Cien Años de Soledad, la novela publicada en 1967, y ganadora del premio Rómulo Gallegos, es elegida en como la Mejor Novela Extranjera publicada en 1969 en Francia. Siendo ya un reconocido escritor, Gabo publica La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada.
En 1974 Gabo funda junto a Enrique Santos Calderón, Daniel Samper Pizano y Antonio Caballero la revista de izquierda Alternativa, que se publicó hasta 1980. En ese tiempo publica El Otoño del patriarca, Cuentos completos y Crónica de una muerte anunciada. En 1982 recibe el premio Nobel de Literatura en Suecia. Aquí un fragmento del discurso que pronunció ese día:
Discurso de Gabriel García Márquez. Estocolmo, 1982 (Grabación de la Academia Sueca)
Foto: Agencia EFE
Después vendrían sus obras: El amor en los tiempos del cólera, La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile, El general en su laberinto, Doce cuentos peregrinos, Diatriba de amor contra un hombre sentado, Noticia de un secuestro, Vivir para contarla, y Memorias de mis putas tristes.
Aparte de la literatura, su otra gran pasión fue el periodismo. En los años noventa intentó de nuevo hacer periodismo a través del noticiero QAP junto a sus socios Enrique Santos Calderón, María Elvira Samper y María Isabel Rueda, pero solo pudieron emitir por 5 años ante la no renovación de su licencia de emisión. También participó, junto a otros periodistas, en la compra de la revista Cambio, que fue vendida después a la Casa Editorial El Tiempo y que cerró definitivamente sus actividades en 2010.
En el campo del periodismo Gabo deja como legado la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, entidad que trabaja por la práctica y la ética del oficio que Gabo definía como el mejor del mundo. La vida, la voz y la obra de Gabriel García Márquez son inmortales en nuestros archivos y son parte importante de nuestro patrimonio sonoro.
Fecha de publicación original Jue, 17/04/2014 - 20:14