Publicado el Mié, 14/11/2012 - 02:08
Artes y oficios
Un mensaje musical de paz y optimismo ante la adversidad
La Sinfonía No. 9 en re menor, op.125 de Beethoven, ha sido interpretada en los contextos más disímiles. Durante el régimen Nacionalsocialista en Alemania, sirvió para conmemorar el nacimiento de Hitler. A la cabeza de la interpretación estuvo el laureado director Wilhelm Furtwängler (1886 – 1954), uno de los pocos músicos de renombre que por entonces se negó a huir de su Alemania natal, a pesar de las diferencias con el sistema. Por ese supuesto vínculo con el partido Nazi, Furtwängler fue proscrito del entorno musical y solo se le autorizó dirigir una orquesta seis años después, para la reapertura del Festival de Bayreuth, cuna de la ópera wagneriana y templo desde el cual había oficiado Hitler, razón por la cual el Festival estuvo a su servicio y fue cancelado. Reabrirlo en 1951 con la Sinfonía “Coral”, símbolo de libertad y fraternidad, significó haber saldado cuentas con el pasado.
Fecha de publicación original Mié, 14/11/2012 - 02:08