El vampiro ha sido una de las criaturas monstruosas más populares de la cultura popular. Hoy hacemos un recuento de sus apariciones cinematográficas y televisivas a partir de las concepciones históricas que se tienen de estas míticas figuras.
Los vampiros son criaturas que hacen parte del universo popular integrado por criaturas maléficas que habitan la noche. Sin embargo, es interesante recordar cuál es el origen de la tradición que los concibe como seres inmortales que se alimentan de seres vivos bebiendo su sangre, manteniéndose en el umbral que separa la vida y la muerte.
Las primeras referencias datan del siglo XVIII en Inglaterra, cuando aparece la palabra vampire en el diario de viaje Travelers of three English Gentlemen (Viajes de tres caballeros ingleses), publicado en 1745.
Los vampiros tienen su origen en ciertas predisposiciones relacionadas con, por ejemplo, el hecho de nacer un Sábado Santo, sufrir una muerte prematura o violenta, incumplir rituales funerarios y religiosos, ser víctima de una maldición, haber sido mordido por un vampiro.
Ahora bien, para protegerse de una de estas criaturas, la tradición recomienda tomar medidas, como recurrir al ajo en las casas, los talismanes, los crucifijos. Para destruir a un vampiro es necesario clavarle una estaca de madera en el corazón, exponerlo de manera directa al sol, o repetir el funeral de la persona que, se cree, es un vampiro.
El cine y la televisión son los medios favoritos de los vampiros. Así lo atestiguan películas como Nosferatu, una sinfonía del horror (1922) con la interpretación de Max Schlenk y dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau; esta primera representación cinematográfica del vampiro se constituye en el punto de partida para la creación de personajes muy posteriores como Drácula (1992), en la película de Francis Ford Coppola, basada en la novela de Bram Stoker. Así mismo, Entrevista con el vampiro (1994) de Anne Rice sentó los sentimientos de estos seres inmortales. También cabe mencionar Del crepúsculo al amanecer (1996), en la que se enfrentan vampiros y humanos en un bar mexicano, en una propuesta del realizador Quentin Tarantino. En el nuevo milenio tenemos Crepúsculo (2008), cuyas cuatro películas significaron un cambio en la perspectiva al abordar cómo es la vida cotidiana de los vampiros.
Como parte de las series más populares de televisión está Buffy, la cazavampiros (1997), Drácula (1973) basada igualmente en la obra de Bram Stoker, True Blood (2008) inspirada en las novelas de Southen Vampires de Charliene Harris, y The vampire diaries (2009), grabada a partir de las novelas de L.J. Smith, entre otras.
La pantalla chica ha representado a los vampiros de diferentes maneras, bien sea recurriendo al folclore europeo que nos habla de seres que no pueden ver la luz del día y se alimentan de sangre, o bien recreando personificaciones menos gráficas como en el caso de la serie infantil A mitad de camino (2002), en cuyo segundo capítulo, Libros de horror y misterio, cuenta la historia de un vampiro que muerde a una inocente yegua en Bogotá:
López, José Guillermo (Director). (2000). A mitad de camino Capítulo 02- Libros de horror y misterio. Bogotá. Archivo Señal Memoria, BTCX30 010224.
Es necesario hacer énfasis en cómo a través del tiempo la figura del vampiro se ha ido transformando, humanizándose, dejando su condición fantasmal, tan distinta a Nosferatu. En suma, un vampiro cada vez más parecido al ser humano.
Autora: Valentina Mena
