Cultura y sociedad | Señal Memoria

Cultura y sociedad

Colección que agrupa los documentos relacionados con temas de interés general, expresiones artísticas, manifestaciones y producciones culturales originadas por los diferentes tipos de poblaciones en el país.

Con el respaldo del Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Estudios Musicales “Vicente Emilio Sojo”, la Orquesta Filarmónica de Bogotá convocó dos personalidades musicales de gran importancia en el desarrollo del repertorio musical contemporáneo de Venezuela. Se trata del compositor Juan Carlos Núñez (n.1947) y el organista y compositor Francisco Cabrujas, quien debutó internacionalmente con esta grabación. En la actualidad es conocido principalmente por su música para medios audiovisuales. El “Concierto para órgano y orquesta” fue la primera obra concertante para dicho instrumento realizada en Venezuela, y fue presentada en Bogotá con los mismos intérpretes del disco, en un evento desarrollado como parte de la “temporada internacional” de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, correspondiente al año 1978.

Con el exilio de Igor Stravinsky en Suiza y posteriormente en Francia, durante la Primera guerra mundial, el compositor ruso entró en contacto con el director suizo Ernest Ansermet (1883-1969). Su relación se expresó en las varias grabaciones que Ansermet hizo de la obra de Stravinsky, incluso con el compositor como solista. Con la fundación en 1918 de su propia orquesta, L’orchestre de la Suisse Romande, Ansermet dedicó grandes esfuerzos a la difusión de repertorio moderno, con marcada preferencia por obras de corte neoclásico. Su rechazo a la música de Schoenberg, redundó en la poca simpatía que tuvo por las obras de Stravinsky escritas con el sistema serial. Al contrario, aquellas de los años 1920, periodo del compositor asociado al uso renovado de la tradición clásica, fueron interpretadas con frecuencia y sus grabaciones recibieron gratas opiniones. Es el caso de las obras incluidas en este trabajo, escritas en los años 1923 (Concierto) y 1928 (Capricho).

La pareja conformada por el celebérrimo pianista alemán Wilhelm Kempff (1895-1991) y Yehudi Menuhin (1916-1999), consagrada figura del violín, logró un capítulo propio en la historia de la música clásica grabada gracias al registro de las Sonatas para piano y violín de Beethoven. Para el caso de Kempff, la obra de su coterráneo jugó un papel protagónico desde el mismo concierto debut que brindó en 1917. Con la presencia transversal de Beethoven, la carrera de Kempff encarnó todas las expectativas que pudieran generarse durante el temprano siglo XX en relación a la figura del pianista. Ello redunda en el énfasis dado en conjunto a la obra compuesta por siglos bajo el influjo estético de su tierra natal.

Verdadero ícono de la cultura musical española, Nicanor Zabaleta (1907-1993) mantuvo una agitada vida de conciertos y grabaciones con millonarias ventas. Gestor del repertorio moderno para arpa, a lo largo del siglo XX tuvo a bien estrenar obras novedosas de compositores como Ginastera o Villa-Lobos, a la par con Rodrigo y Darius Milhaud, entre muchos otros. En ese ecléctico trasegar, tienen un lugar privilegiado las obras españolas para arpa y el periodo clásico europeo. Una muestra representativa de la estética central germana del siglo XVIII se presenta en esta clásica grabación de 1966, que incluye diversos conciertos para el instrumento.

Aunque Edgar Varèse (1883-1965) inició su formación de manera ortodoxa y sus primeras composiciones apuntaron en esa dirección, la pérdida de todo su catálogo temprano y la obstinada búsqueda experimental posterior, han hecho de él un ícono de la vanguardia en el siglo XX. Este disco presenta influyentes composiciones que si bien no usan recursos eléctricos ni electrónicos, fueron cruciales para la sorprendente evolución que tuvo posteriormente la música concreta, electrónica y electroacústica: “Offrandes”, para soprano y orquesta de cámara (1921); “Hyperprism”, para pequeña orquesta y percusión (1922-23); “Octandre”, para flauta, clarinete, oboe, corno, fagot, trompeta, trombón y contrabajo (1923); “Integrales”, para pequeña orquesta y percusión (1924-25); “Ionisation”, para ensamble de percusión (1929-31); “Density 21.5”, para flauta sola (1936).

Fabio González Zuleta (1920-2012) dejó tras de sí una obra sólida y de difusión privilegiada dentro del limitado espacio existente en Colombia para tal fin. La diversidad de su catálogo expresa una posición vanguardista enfocada en el desarrollo de tradiciones musicales ortodoxas: escasas exploraciones de corte nacionalista, incursiones en el serialismo, manejo de politonalidad y la primera obra realizada en nuestro país dentro del ámbito de la “música electrónica”. Su mentalidad universalista le permitió asumir riesgos creativos de orden conciliador entre el medio internacional y las condiciones locales. Aquí un disco publicado por Colcultura a partir de grabaciones realizadas por la Radiodifusora Nacional de Colombia (hoy Radio Nacional de Colombia).

El origen de la Schola Cantorum de París (1894) se da como reacción conservadora frente al denotado ánimo vanguardista del establecimiento musical francés en los albores del siglo XX. Tanto más atrevido como característico de ese espíritu vivaz, fue el denominado grupo de “Los seis”, a cuya sombra despuntaron las primeras composiciones de Virgil Thompson (1896-1989). Compositor y crítico estadounidense, una vez ubicado en París entró en contacto con Gertrude Stein, libretista de su obra más reconocida, la ópera The mother fo Us All de 1946, reelaborada posteriormente a la manera de suite orquestal, aquí presente.

Luego de finalizar sus estudios en la influyente Schola Cantorum de París, Antonio María Valencia optó por declinar el cargo de profesor de piano que allí le ofrecieron para regresar al convulsionado medio musical bogotano. Llegó en 1929. Pocos años después reemplazó a Guillermo Uribe Holguín como director del Conservatorio y de su Orquesta, con un desempeño que hizo de él una figura controversial. Ubicado en Cali, Valencia fundó el Conservatorio que lleva su nombre. Su ocupación en aquellas instituciones interrumpió una carrera como pianista que despuntó de manera brillante, e incidieron también en su escasa obra como compositor. 

Contraparte de los conglomerados de comunicación norteamericanos, tipo NBC, en Inglaterra se contó con la British Broadcasting Corporation (BBC), que tuvo también su propia orquesta. A partir de los años 1930 con el nombramiento de Sir Adrian Boult (1889-1983) como Director de Música de la BBC, y por tanto regente de la Orquesta, esta agrupación tuvo una época gloriosa asociada a la interpretación de repertorio nacional británico, tanto del pasado como del presente. El repertorio abarcado por Boult fue mucho más extenso y si al caso exista una constante, fue la búsqueda de obras experimentales o en cierta medida, desconcertantes.