El 3 de mayo se fomenta la libertad de prensa como un componente de las sociedades democráticas. En el país, la Constitución Política de 1991 garantiza la libre expresión, pero los medios de comunicación han tenido obstáculos para cumplir con su responsabilidad social de informar.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La institución de la fecha se hizo como respuesta a la Declaración de Windhoek, creada en Namibia en 1991, con el propósito de fortalecer una prensa pluralista, independiente y libre. Este 3 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura espera promover el compromiso por la libertad de prensa y analizar las complejidades que enfrentan los medios de comunicación.
En Colombia, la libertad de prensa ha sido respaldada por la Constitución Política de 1991. Su artículo 20 indica que se garantiza la libertad de expresión, la fundación de medios masivos de comunicación, la rectificación y la no censura. Sin embargo, el contexto histórico da cuenta de problemáticas que se han presentado para que la prensa pueda difundir información de manera libre.
En la colonia se necesitaba permiso del rey de España para crear una imprenta y las comunicaciones requerían de licencia previa. La primera publicación periódica, El Papel Periódico de la Ciudad de Santa Fe de Bogotá (1791-1792), estuvo sometida a censura y contó con el patrocinio del Virreinato de la Nueva Granada. Otros periódicos que lo sucedieron, como el Semanario del Nuevo Reyno de Granada (1808-1810), también contaron con controles que se evidencian en la frase “Con licencia del Superior Gobierno”, al final de cada uno de sus números.
Con la independencia se estableció la libertad de imprenta, pero se prohibió publicar textos en contra de la religión católica. Los escritos que perturbaran el orden del gobierno no eran bien recibidos por los dirigentes, quienes prohibían la censura, pero pedían responsabilidad en las publicaciones para que no fueran subversivas. Más adelante, la Ley 2100 de 1851 estableció la completa libertad de expresión en la prensa.
En la Constitución de 1886 se dispuso que la prensa era libre en tiempos de paz, pero que debía ser responsable cuando atentara contra la honra de las personas, la tranquilidad pública y el orden social. Según el historiador y periodista Jorge Orlando Melo, desde esa fecha y hasta 1909 se ejerció presión oficial sobre los periódicos, causando que algunos cerraran definitiva o temporalmente. Posteriormente, la Iglesia prohibió la lectura de algunas publicaciones liberales, pero el control por parte del gobierno disminuyó.
No obstante, en 1949 la presión estatal regresó cuando el presidente Mariano Ospina Pérez estableció la censura previa de la prensa y la radio. La presión continuó en 1952 con la fundación de la Oficina de Información y Propaganda del Estado por parte del presidente Roberto Urdaneta. Dicha institución controlaba a la prensa escrita y radial, a la par en que difundía los programas de gobierno. Ese mismo año, opositores al Partido Liberal incendiaron las sedes de los periódicos El Tiempo y El Espectador.
Radiodifusora Nacional (Productor). (1952). [Hechos ocurridos en Bogotá el 6 de Septiembre]. [Discurso]. Colombia: Radiodifusora Nacional. Archivo Señal Memoria, CD10417
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La censura continuó durante el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) por parte de la Oficina de Información y Prensa de la Presidencia. En su gobierno se creó el Decreto 648 de 1954 que estableció sanciones de seis meses a dos años para los periodistas que incurrieran en calumnia. También se dio la clausura de periódicos como El Tiempo en 1957, cuando lo cerraron por negarse a rectificar una noticia sobre la muerte de Emilio Correa Uribe, director de El Diario.
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Luego de la renuncia de Rojas Pinilla, la censura oficial cesó, aunque se quisieron reducir las publicaciones sobre violencia. En el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar de 1969, el escritor y político Pedro Gómez Valderrama mencionó como el periodismo en el siglo XX tuvo obstáculos, pero los reporteros trabajaban para garantizar el derecho a la información de las personas.
Seguros Bolívar (Productor). (1969). Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”: 1969. [Discursos y entregas]. Colombia: Emisora HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-074860-01-SER001CPTDGW
Con la Constitución Política de 1991 se dejó explícita la prohibición de la censura. No obstante, han existido intentos para permitir el cierre de medios de comunicación. El Noticiero de las 7 registró como la senadora María Izquierdo propuso la clausura de empresas de televisión que tuvieran que rectificar más de tres veces alguna información.
Programar Televisión (Productor). (1994). Noticiero de las 7 N7. [Noticiero]. [Nota sobre Ley de televisión]. Colombia: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60 063941.
La propuesta de la senadora no fue aprobada en el Congreso lo que evitó la validación de la censura en el país. A pesar de ello, expertos han indicado que la presión ha permanecido por medio de organizaciones armadas, pero no de forma oficial. En La clave: La censura, el periodista Gabriel Fonnegra contó quiénes eran los censores en la década de los noventa.
Alfonso, Diego (Productor). Ruiz, Juan (Director). (1993). La clave: La censura. [Magazín]. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT-205833 CORTE 2.
En el mismo magazín, el editor Fernando Ruíz mencionó como negativo el hecho de que “se oye el tema y no se puede hablar”, lo que para el profesional mostraba la “falta de la fortaleza de la democracia” y la existencia de la autocensura por parte de los periodistas. María Jimena Duzán afirmó que no se trata de que los periodistas puedan expresar lo que deseen, sino de que lo hagan con responsabilidad.
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Actualmente, quienes se consideren afectados por información equivocada o inexacta pueden solicitarles a los periodistas o a los medios de comunicación que la rectifiquen. De ese modo, los comunicadores deben comprometerse a informar con sensatez y veracidad, a la par en que las personas pueden exigirles asumir siempre la responsabilidad de sus publicaciones
A pesar del derecho a la libertad de expresión consagrado en la Constitución Política y de los requerimientos para un periodismo responsable, la situación de Colombia es “muy grave”, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras. La organización posicionó al país en el puesto 134 entre 180 países, en su clasificación de libertad de prensa de 2021, indicando que sus periodistas son difamados, intimidados y acosados.
La Fundación para la Libertad de Prensa ha informado que en lo corrido del año se han reportado un número importante de violaciones a la libertad de prensa, entre las que incluyen acosos, agresiones, hostigamientos al trabajo periodístico, exilio, entre otras. Teniendo en cuenta todo lo anterior, celebramos los avances conseguidos en Colombia y el mundo frente este tema de libertades y derechos de los ciudadanos y nos unimos al lema propuesto en estos 30 años de la Declaración de Windhoek, La información como un bien común.
Autora: Laura Lucia González Contreras.