Breve perspectiva de las estrategias que usa la HJCK para sobrevivir ante una primera crisis financiera, enfocándose en la búsqueda constante de patrocinadores a través de la producción de contenidos novedosos dirigidos a una audiencia específica. Haremos un pequeño recorrido sonoro por su actual custodio, el Archivo Señal Memoria.
Durante los años 1950 a 1960, algunos de los fondos de la HJCK provenían de avisos y pauta publicitaria la cual se asignaba según el número de oyentes. La programación con la que el grupo fundacional planeó iniciar sus transmisiones se componía de contenidos musicales (conciertos) y noticieros, dispuestos en diferentes tamaños y formatos con los que el equipo de la emisora recorría varias oficinas en busca de patrocinadores.
Como las emisiones se realizaban en vivo, el grupo de intelectuales se dedicaba a diferentes actividades, entre ellas: pensar programas, escribir libretos a mano, conseguir discos de 16’ prestados de otras frecuencias radiales (muchas veces los reutilizaban, de allí la pérdida de contenido valioso en la programación) y reclutar personal asistencial. Los libretos de los programas debían someterse a una revisión y validación con un mes de anterioridad por parte del Ministerio de Correos y Telégrafos, debido a la censura establecida desde 1949.
Ante estos mecanismos de control, el equipo de producción de la emisora tuvo que apostar a nuevos contenidos que le permitieran mantenerse en el mercado y, al mismo tiempo, pagar la nómina de su personal. Así, transmitieron algunos desfiles de modas presentados por Gloria Valencia de Castaño (con este ganaron el patrocinio de Bavaria), fiestas bailables en hoteles y entrevistas a deportistas reconocidos convocados por Gonzalo Rueda Caro.
El equipo creativo de la HJCK diseñó y adaptó cuñas sobre música, restaurantes, industrias y empresas de diferentes sectores tales como Gillette, Industria Colombiana de Pesca (Icopesca), Compañía Colombiana de Seguros, hasta el punto de inventar una cuña radial para unos colchones que no existían y por esta estrategia obtuvieron el apoyo de colchones Paraíso, un gran premio al ingenio de Hernán Mejía. Ofrecemos dos ejemplos de cuñas radiales, la primera de azúcar Manuelitay la segunda de Pepsi-Cola.
Cuñas radiales de la HJCK
En 1951, pasado un año desde su inauguración, en un programa de aniversario, las casas publicitarias a las que pautaba la HJCK se referían a la importante labor de la emisora en la disposición de una programación equilibrada entre contenidos culturales, noticias y propagandas comerciales ofrecidas de forma sobria que le permitían captar oyentes. Además de prestar un buen servicio al anunciador, destacando también la especialización de sus locutores y el uso refinado del castellano. Para este momento estas casas publicitarias eran McCann Erickson Corporation S.A., Ultralimitada, Atlas Publicidad, Propaganda Época e Importaciones Daro. A continuación se puede apreciar una muestra de la percepción del representante de Propaganda Época sobre la HJCK.
Primer aniversario de la Emisora HJCK / Álvaro Castaño Castillo
En este escenario, se identifica otro rasgo editorial característico, orientado a la disposición de un contenido dirigido a un público específico. En este sentido, el ingenio aplicado a la búsqueda de patrocinadores y la producción de cuñas y programas radiales para estos, denota un nuevo estilo de radiodifusión comercial, lo que se considera una forma de amplificar su cobertura, pues permite aumentar y expandir el consumo del contenido radial. Este caso particular, se ve reflejado en el aumento del número de patrocinadores que para el año 1952 sumaban alrededor de 159.
Autora: Alexandra Castro Suárez