Ficha Técnica
Poco tiempo después de que surgiera el realismo pictórico con la figura de Gustave Courbet, en Francia apareció el movimiento impresionista durante la segunda mitad del siglo XIX.
Impulsados por el deseo de romper con la tradición pictórica, en el contexto de un arte figurativo, los impresionistas buscaban plasmar en sus cuadros los instantes de las experiencias sensoriales, en concreto, de las impresiones cromáticas y lumínicas.
Para este propósito, artistas como Renoir, Degas o Monet, comenzaron a pintar al aire libre bajo las condiciones de la luz y del color natural. Esto hizo de los impresionistas figuras tan vanguardistas como polémicas en su época, cuyo arte fue incomprendido e incluso motivo de burla y menosprecio.
En abril de 1874, en París, se llevó a cabo la primera exposición de arte impresionista. Este suceso se recuerda en un fragmento de un documental homenaje al pintor colombiano Andrés de Santa María, producido por Promec Televisión en 1989 y conservado por Señal Memoria.
Algunos de los temas favoritos de los impresionistas fueron los paisajes, las vistas urbanas, las escenas cotidianas, los retratos y autorretratos, o las bailarinas, como en el caso concreto de Edgar Degas.
En nuestros días, este arte cuenta con una gran popularidad gracias a la revalorización de las obras de artistas como Vincent Van Gogh y Claude Monet, que hacen parte de las colecciones de los museos más importantes alrededor del mundo.
Autor: Luis Felipe Núñez Martínez