Ficha Técnica
En nuestro especial de la Historia del Arte desde el Archivo Señal Memoria es momento de hablar acerca del Realismo pictórico de Gustave Courbet. Hemos visto que el arte comprendido entre los siglos XV y XVII estuvo estrechamente vinculado a temas religiosos y mitológicos, enfoques al servicio tanto de la Iglesia como del Estado
Esta tendencia llegó a su fin en el siglo XIX, momento en el que la necesidad de pintar otras realidades se hizo indisimulable. Aunque esta nueva forma de entender la pintura y alejarse de lo tradicional comenzó con la mirada de Francisco Goya en España, fue en Francia donde alcanzó su plenitud artística con la figura de Gustave Courbet.
El autor francés afirmaba que la pintura solo debía representar cosas reales y existentes al tratarse de un arte esencialmente concreto. De esta manera, el pintor nacido en Ornans en 1819 se dedicó a plasmar en sus cuadros a la gente corriente que conocía y observaba en sus actividades cotidianas.
En el programa Parte del Arte, producido por Audiovisuales en 1992, dentro del capítulo “Pinceladas de nacionalismo” se nos presenta una reseña sobre estos preceptos del autor francés, además de algunas imágenes de sus obras más importantes, como por ejemplo “Entierro en Ornans” de 1850, obra que marcó un inicio para el movimiento pictórico conocido como realismo francés.
El realismo:
Se caracterizó por hacer énfasis en el aspecto naturalista de las cosas y por darle importancia a cada detalle físico de la realidad, aunque pareciera insignificante o irrelevante. Los artistas se separaron de las academias estatales y se dedicaron a viajar y plasmar el mundo que observaban. De esta forma, entre los temas más recurrentes de este estilo estaban los paisajes, los cuadros de costumbres, de oficios y los bodegones.
Autor: Luis Felipe Núñez Martínez