Ficha Técnica
El río Apaporis es para los indígenas de la Amazonía uno de los caudales que habla sobre su existencia. De acuerdo con ellos, esta corriente surgió de árboles de agua que se derrumbaron y se convirtieron en ese afluente. Es el río que canta, que protege, que se esconde, según contaron los investigadores Alfredo Molano y María Constanza Ramírez en el libro Apaporis, viaje a la última selva.
La riqueza del Apaporis se encuentra en sus aguas, en sus orillas, en sus zonas aledañas. Nace de la unión entre los ríos Tunia y Ajajú; y desemboca en el río Caquetá, en la frontera con Brasil. Miembros del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI) lo navegaron y caminaron por su selva. Allí encontraron casi 1 200 especies de plantas; 77 de anfibios y reptiles; 101 de peces; 273 de aves; 38 de mamíferos y más. En la expedición hallaron lo que serían 36 nuevas especies en el mundo y 228 que no se habían reportado en Colombia.
Recorrerlo no es sencillo por sus chorros y cascadas, por eso a veces es necesario detener a las embarcaciones y continuar a pie hasta que el río permita su navegación. Esos raudales han logrado que comunidades indígenas se mantengan en el tiempo debido al difícil acceso al territorio. En el Día Mundial de los Ríos visibilizamos a esta fuente y a este guardián de vida del Amazonas con el siguiente fragmento audiovisual de la serie documental Travesías que muestra sus aguas, sus rocas, su fuerza y sus sonidos, en 1997.
Por: Laura Lucia González.