Ficha Técnica
Cada país o región del mundo tiene una época o espacio específico para dar rienda suelta a la pasión de elevar cometa. Festivales, días internacionales, o simplemente un mes en particular, son dedicados a esta milenaria tradición de echar a volar un pedazo de papel o de trapo con la intención de soltar el espíritu, relajarse y transmitir de generación en generación los secretos de la práctica.
Su amplia variedad de diseños ha estado determinada por la finalidad de estos artilugios: desde el uso militar hasta el más simple, barato y natural entretenimiento de grandes y chicos en diferentes épocas del año, sea enero en la India, abril en España, o agosto en Colombia.
En efecto, en nuestro país el mes de agosto presenta ciertas características que lo convierten en el momento ideal para elevar una cometa. Los llamados vientos alisios son una condición climática generada por la confluencia de corrientes presentes en la zona tropical y que fluyen en el hemisferio norte desde el noreste y en el hemisferio sur desde el sureste.
Para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM, “la zona en la que confluyen estos [los alisios] se denomina la zona de convergencia intertropical y se desplaza a lo largo del año hacia el sur o el norte, encontrándose normalmente el mes de agosto en el extremo norte del territorio nacional de Colombia, lo que permite que los viento alisios del sureste fluyan sobre el centro y sur del país”. Estas condiciones tienen una especial presencia en Bogotá.
Hoy queremos mostrar cómo se hace una cometa de la mano de Juan Corredor, uno de los mejores exponentes del Festival Nacional del Viento y las Cometas que cada mes de agosto se realiza en Villa de Leyva (Boyacá). Sus elementos son muy fáciles de conseguir.
Así que ¡anímense y salgan a volar cometa!
Autor: Javier Hernández