Ficha Técnica
La UNESCO comenzó la celebración del Día Mundial de la Filosofía en 2002, pero fue hasta el año 2005 que declaró su conmemoración oficialmente, que debe hacerse el tercer jueves del mes de noviembre.
Los objetivos
Este organismo internacional define a la filosofía como: “...el estudio de la naturaleza de la realidad y de la existencia, de lo que es posible conocer, y del comportamiento correcto e incorrecto”. En ese sentido, se trazaron varios objetivos para su conmemoración, dentro de los que se destacan:
Alentar el análisis, la investigación y los estudios filosóficos sobre los grandes problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos que enfrenta hoy en día la humanidad.
Sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la filosofía y su utilización crítica en las elecciones que plantean a múltiples sociedades los efectos de la mundialización o la incorporación a la modernidad.
El Nietzsche (lease “Nitche”) colombiano
Como una forma de conmemorar este día recordamos a Nicolás Gómez Dávila, uno de los más importantes pensadores colombianos, muy destacado especialmente por su creación de aforismos (Escolios), en los que desarrolló su pensamiento. Amado por unos y no tan amado por otros, lo recordamos con este fragmento del magacín La Cultura Viva de Señal Colombia, emitido el 22 de noviembre de 2005.
Aquí, aparte de hacer referencia a la publicación de sus escolios , se cuenta con el testimonio del fallecido filósofo y germanista Franco Volpi, quien realizó un extenso análisis de su obra definiéndolo de esa particular forma en referencia al influyente pensador alemán del siglo XIX.
¿Qué es un aforismo?
Es el género literario más breve y más conciso. Acota un pensamiento de forma precisa y es esa precisión la que realza su texto. Autores de la Grecia clásica, como Heráclito de Éfeso, Esquilo, Píndaro y demás, contienen pensamientos o máximas aforísticas, para apoyar sus opiniones, teorías, demostraciones y tratados filosóficos, médicos o científicos.
En el caso de Gómez Dávila estos aforismos llevaron el nombre de “escolios”, definidos así según él mismo porque es una palabra que viene del latín scholium y del griego scholion, que traduce “comentario”.
Algunos de sus escolios son:
*Ni la elocuencia revolucionaria, ni las cartas de amor, pueden leerse por terceros sin hilaridad.
*Al demócrata no le basta que respetemos lo que quiere hacer con su vida; exige además que respetemos lo que quiere hacer con la nuestra.
*Un destino burocrático espera a los revolucionarios, como el mar a los ríos.
*Revolución es el periodo durante el cual se estila llamar “idealistas” los actos que castiga todo código penal.
*Periodismo es escribir exclusivamente para los demás.
*Nadie piensa seriamente mientras la originalidad le importa.
*Nadie debe escribir o pensar sino para sus superiores.
*La originalidad de una obra depende a veces de lo que su autor no sabe hacer. Hay una impotencia creadora.
*En otros idiomas existe una prosa correcta para uso cotidiano, mientras que en español sólo el gran escritor escribe decentemente. El libro mediocre es más mediocre en español que en otros idiomas.
Autor: Javier Hernández
