Ficha Técnica
Fragmento del noticiero deportivo Plus, de Señal Colombia, en la ciudad de Bucaramanga, que se refiere a la práctica del bolo criollo, deporte tradicional de Colombia que consiste en derribar tres cilindros de madera con una bola de aluminio de dos libras de peso, haciendo un lanzamiento aéreo directo sin que la bola toque el suelo o la pared. Cada pin derribado da un punto y el “chico” lo gana quien logre quince puntos.
Según la tradición, el bolo criollo es originario del municipio de Macaravita, al nororiente de Santander, y su práctica se remonta al siglo XIX, cuando se conocía como “juego de los tres palos”. Su popularidad se extendió por el departamento, a tal punto que en 2010 la Asamblea Departamental lo declaró patrimonio cultural gracias a su papel en la identidad santandereana y en la integración de las familias. Incluso su práctica ha pasado a Norte de Santander, Boyacá y el sur del Cesar, lo que ha permitido que el bolo criollo haga parte permanente de los Juegos Deportivos Social Comunitarios, organizados desde los años noventa por Coldeportes (actual Ministerio del Deporte), cuando el bolo criollo fue deporte de exhibición en los Juegos Nacionales disputados en 1996, en Bucaramanga.
Las últimas generaciones han aprovechado esta actividad para usos tan variados como la terapia ocupacional, debido a su valor en la formación de lazos de compañerismo y trabajo en equipo. Igualmente, el bolo criollo cuenta con un lugar en el ámbito de la pedagogía, dada su importancia en la enseñanza de destrezas motrices y conceptos de física y geometría.
Autor: Felipe Arias Escobar