Ficha Técnica
Hace 85 años se llevó a cabo una de las acciones militares más repudiables de la historia reciente: el bombardeo que redujo a cenizas la ciudad vasca de Guernica, durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Fue una clara demostración del poderío de las nuevas armas y tácticas de guerra que se aplicarían poco después, en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Los bombardeos aéreos a objetivos civiles se llevaron a cabo en distintos momentos, en la década de los años treinta, con trágicas consecuencias. De hecho, Guernica no fue la única ciudad que los padeció. Barcelona también corrió la misma suerte e igualmente en el desarrollo de aquel conflicto civil.
En Señal Memoria recordamos el bombardeo de Guernica con las palabras del escritor Juan Goytisolo, gracias a un fragmento del programa Palabra Mayor, el cual cuenta cómo murió su madre en una de tales ocasiones y el por qué de la práctica en el contexto de la Guerra Civil Española.
El historiador Gabriel Jackson nos dice en su libro La República española y la guerra civil (1931-1939), que “Guernica no fue sólo bien escogida desde el punto de vista de un experimento militar. Era la capital medieval y tradicional de Euzkadi, y no había un modo más efectivo para simbolizar la voluntad nacionalista de destruír la autonomía vasca que destruyendo la ciudad de Guernica”.
¿Cómo fue el bombardeo?
Continúa Jackson: “El día 26 [de abril de 1937] los aviadores de la Legión Cóndor realizaron lo que había de convertirse en uno de los experimentos de terror calculado más famosos de la historia. Escogiendo un día de mercado en Guernica, una ciudad indefensa y sin objetivos militares, (...) primero dejaron caer bombas explosivas pesadas y luego practicaron el ametrallamiento de los civiles que huían de la ciudad, a la que finalmente prendieron fuego con bombas incendiarias. En la operación invirtieron 2 horas y 45 minutos (...). La ciudad está situada en un amplio valle. El tiempo era bueno y la visibilidad excelente”.
Mucho se ha discutido sobre las motivaciones de Hitler para intervenir con equipos y hombres en la Guerra Civil Española en favor de los rebeldes y en contra de la República. Son motivos plausibles los económicos, ideológicos, experimentales y estratégicos con miras a la guerra que se avecinaba en Europa.
Lo cierto es que en el mes de octubre de 1936, Hitler decidió el envío de aviones, armas y hombres a España. El contingente llevó el nombre de Legión Cóndor e inclinó la balanza en favor de las fuerzas rebeldes, que terminarían ganando la guerra con Francisco Franco a la cabeza.
El bombardeo de Guernica se dio durante la Campaña del Norte, que fue la operación más importante hasta entonces, en la que las fuerzas alemanas se vieron implicadas. La Legión Cóndor actuó como una unidad independiente y ante la indefensión de la ciudad, sus atacantes pudieron actuar a su antojo, casi en condiciones de laboratorio.
Autor: Javier Hernández