El legado de Jairo Varela | Señal Memoria

El legado de Jairo Varela

Ficha Técnica

Tema
Grupo Niche: el legado de Jairo Varela
Fecha de producción
Autor
Deysa Rayo
Soporte
RNDC
Año de producción
2016
Duración
00 : 02 : 16
Publicado el Jue, 09/12/2021 - 03:23
El legado de Jairo Varela

Cuando Jairo Varela murió, el 8 de agosto de 2012, dejó un gran amor por su ciudad Quibdó, una carrera como uno de los grandes exponentes de la historia de la salsa, la fuerza inapagable del Grupo Niche como banda sonora de las memorias de millones de Colombianos y cinco hijos. Quizás podríamos explorar a profundidad su testamento o fijarnos en qué quedó en el apartamento de Cali en cuyo baño murió Varela de un infarto. Pero lo que dejó —su legado, la forma en que sigue vivo y será eterno— es colectivo, y tiene que ver con la relación de Varela con la música, su disciplina y su oído para empujar el sonido de Grupo Niche siempre más allá. 

Jairo Varela nació el 9 de diciembre de 1949, un día como hoy, en Quibdó, la capital de Chocó. Se acercó a la música desde temprano y a los ocho años era parte de la agrupación La Timba. Pero su nombre es y será automáticamente sinónimo de Grupo Niche, el colectivo que fundó en 1979 con Alexis Lozano y que está firmemente grabado en los anales de la música colombiana y latinoamericana. Sin cantar, pero con su liderazgo y habilidad para escribir canciones, Varela plasmó en Niche las alegrías, tristezas y todo un espectro de sentimientos cotidianos (lo que permitía que quien escuchara se identificara) y trascendente (que sugería que había algo más ahí, que era más grande y no cabía en una canción o un LP). “Gotas de lluvia”, “Sin sentimiento”, “Cali pachanguero” y “Busca por dentro”, todos clásicos, son la prueba. Su discografía completa, robusta y todavía en construcción, es la prueba. 

Los éxitos musicales, pareciera, fueron directamente proporcionales a los obstáculos que Varela enfrentó a lo largo de su vida, empezando por el racismo, del que se burló con el mismo nombre del grupo. A finales de los 90 vivió con un pie dentro y otro fuera de la cárcel, acusado de enriquecerse con dineros del Cartel de Cali. Pero, como escribió en “A prueba de fuego”, De qué valió, me pregunto yo, mi bandera y mi emblema, si yo soy parte de la solución, no del problema. Aun así, y a pesar de todos los triunfos, su recuerdo dista del de un hombre alegre y lleno de sonrisas. Al contrario, era como si cargara una nostalgia pesada por dentro, un alma golpeada. Y a pesar de eso, o tal vez precisamente por eso, la música de Niche es sinónimo de júbilo y energía máximos: así se desahogaba Varela, componiendo canciones. 

A inicios de 2021, el Grupo Niche ganó un Grammy por su álbum 40. Este triunfo también es de Varela, bajo tierra y todo. Además de su nostalgia y su talento también lo caracterizó su disciplina férrea, que desembocó en que Niche tuviera más de 25 vocalistas, pues nunca dudó a la hora de hacer cambios y ajustes si el grupo no alcanzaba su potencial. Así lo confirmó Rommel Caicedo, representante de Grupo Niche en Colombia, en entrevista con Deysa Rayo para el programa El Atardecer, de Radio Nacional: Varela era como Steve Jobs, la combinación perfecta de estricto y creativo como pócima para el éxito. Con las palabras de Caicedo, rescatadas del archivo de Señal Memoria, nos adentramos más en el legado de Varela, tan amplio y complejo como para que esta pieza sea apenas una gota de lluvia del torrente que él fue.

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Autor: Santiago Cembrano

 

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Fecha de publicación original Jue, 09/12/2021 - 03:23