Ficha Técnica
La penitenciaría de la isla de Gorgona es una turbulenta prueba del horror que se comete entre los humanos y un testimonio de la crueldad que se puede producir en nombre de la justicia.
¿Por qué se escogió esta isla para ser sede de un centro penitenciario? Primero, está ubicada a unos cincuenta kilómetros del área continental de Colombia. Segundo, el mar que lo rodea tiene fuertes corrientes marinas y los tiburones punta blanca pululan en sus aguas. Tercero, es frecuente encontrarse con serpientes venenosas capaces de acabar con la vida de una persona en poco tiempo. En otras palabras, toda la isla era una trampa para sus habitantes.
Entonces se construyó una prisión basándose en planos de un campo de concentración de la Alemania Nazi para tener la mayor vigilancia y control posible por parte de los guardias. Finalmente, sus puertas fueron abiertas en 1960.
Durante 23 años se forjaron varias historias de terror: a pesar de ser una prisión, se presentaron una gran cantidad de asesinatos, torturas y violaciones. Incluso, había prisioneros que eran pacientes de enfermedades mentales que resultaban ser constantemente hostigadas por los guardias y los prisioneros. Adicionalmente, se reportaron casos de omisión o, peor aún, la participación de algunos guardias en estos crímenes. En consecuencia, se ordenó su definitiva clausura en 1984, en el gobierno del presidente Belisario Betancur.
En este video sin sincronización de audio, se pueden ver las ruinas consumidas por el abandono. Algunos visitantes afirman que los fantasmas de aquellas almas en pena que fallecieron allí, siguen rondando sus pasillos, susurrando en los calabozos y llorando en el cementerio. Hoy la isla es un parque natural protegido y, con el pasar del tiempo, sus árboles y flores se han encargado de engullir aquel tenebroso pasado.
Autor: Jaime Cimadevilla Acevedo