Ficha Técnica
“María la asombró la casa de tía Oriane, pero sólo empezó a inquietarla cuando escuchó los primeros ruidos. Era una casa grande y silenciosa rodeada de un jardín sembrado de acacias. A lo largo de los corredores se alineaban salones y dormitorios cerrados desde hacía muchos años, con muebles que dormían sobre figuras de polvo y jirones de telarañas. Sin saber por qué, María se sentía tentada a caminar en puntillas. Por todas partes había retratos y espejos…”
Así empieza el segundo cuento de la pluma ensombrecida de la barranquillera Marvel Luz Moreno Abello, titulado Oriane, tía Oriane publicado en primicia en la revista Eco en 1975 y 10 años más tarde adaptado y llevado al cine por la directora venezolana Fina Torres bajo el nombre de Oriana. A propósito de ello, escucharemos un fragmento de la entrevista realizada a Marvel por el limeño Fernando Carvallo de la Radio Deutsche Welle, esta grabación corresponde a una sección del programa Revista Dominical, documento custodiado por Señal Memoria. Allí Marvel habla brevemente de la génesis de este relato y se refiere a cómo se fusiona el final del cuento con la presencia de Fina Torres a quien es dedicado:
Esta dupla se conoció en París en 1973, momento en el que Fina trabajaba con el primer esposo de Marvel (Plinio Apuleyo Mendoza), desde allí iniciaron una entrañable amistad y se compartían constantemente sus pequeños aciertos, compartían también el haber habitado costas caribeñas en distintas y a la vez similares ciudades como lo son Barranquilla y Maracaibo, lugares que evocan tanto en el cuento como en la película a través de la representación de la casa en un escenario común (el mar) y donde Fina logra narrar aquello que Marvel dejó entre líneas en su relato. Por ello hay una comunión entre estas dos obras, son inseparables y ambas con cada lectura/visualización recrean nuevas dimensiones intertextuales.
Recordamos la figura literaria de Marvel Moreno a través de este pequeño homenaje y más adelante dedicaremos un espacio más amplio a su legado y al prestigio que se construye alrededor de su obra en las voces de sus coterráneos presentes en la radio.
Por: Alexandra Castro Suárez
