Ficha Técnica
El parque arqueológico de San Agustín es sinónimo de patrimonio de la humanidad, como lo declaró la UNESCO en 1995.
A diferencia con lo que ocurre con otro tipo de patrimonio cultural, el arqueológico es el único que se encuentra protegido en la Constitución de 1991, que establece en su artículo 72 que este pertenece a la nación y es inalienable, inembargable e imprescriptible. Lo que se traduce en que pertenece a todos los colombianos, sin importar si se encuentra en una colección pública o privada.
Tal es el caso del parque arqueológico de San Agustín, donde se encuentran resguardadas unas imponentes esculturas en piedra realizadas por una cultura que seguramente existió entre el siglo I y VIII d.e. Cuando Juan de Santa Gertrudis, un fraile franciscano del siglo XVIII, llegó al actual territorio del Huila, quedó más que sorprendido con el esplendor de esta estatuaria, pero temeroso de Dios pensó que eran demoniacas, por lo que llamó el territorio “San Agustín”, haciendo alusión al libro “Ciudad de Dios” del obispo de Hipona.
Cuarenta años después llegaría el Sabio Francisco José de Caldas, quien desde una postura más ilustrada encontró fascinante este conjunto de monumentos. No obstante, no sería sino hasta la visita del arqueólogo alemán Konrad Theodor Preuss, a principios del siglo XX, que la estatuaria comenzaría a estudiarse de manera más rigurosa.
A pesar de los avances en los estudios arqueológicos en el país, sigue siendo poco lo que se sabe de la cultura que dio vida a estos monumentos. Como nos lo presentan el documental de la programadora Audiovisuales, parece ser que estas esculturas fueron realizadas con fines religiosos, caracterizándose por ser tumbas y homenajes al dios sol. De cualquier modo, San Agustín constituye el mayor conjunto de monumentos y esculturas megalíticas de Sudamérica.
Autora: Viviana Arce.
