Ficha Técnica
La segunda esposa de Rafael Núñez tuvo un papel fundamental en el ejercicio del poder de su marido, en las oscuras horas de la Guerra Civil de 1885. Esta guerra contuvo los últimos momentos del radicalismo liberal. Fue la rebelión de este sector político en contra de un miembro de su propio partido, el cual ejercía el poder.
En el momento más álgido de la guerra, Núñez enfermó de disentería y su esposa tomó atribuciones que fueron definitivas para la consolidación de la Regeneración y del régimen que se implantó posteriormente. Tomó las riendas del poder, en la sombra, y tomó decisiones definitivas para el triunfo del gobierno sobre las fuerzas rebeldes del liberalismo radical.
Por su condición de ser la segunda esposa de Núñez, enfrentó el rechazo de la sociedad de su tiempo. No obstante, supo desempeñar su papel de Primera Dama en una época en que la presencia de la mujer en la política era nula. En el segundo gobierno de Núñez fue su confidente y consejera.
Ayudó a consolidar el apoyo del Partido Conservador a la causa del gobierno. A pesar de su condición conyugal, afianzó los lazos con la Iglesia al punto de tener un papel definitivo en la posterior firma del Concordato de 1887.
En este capítulo de Contra Viento y Marea, serie histórica que recrea la vida de Rafael Wenceslao Núñez Moledo, una firme Soledad Román toma la vocería de su esposo para iniciar diálogo con el Partido Conservador, definitivo para ganar la guerra y crear la Constitución de 1886, que dominó la vida política por más de 100 años.
Por: Javier Hernández