El nombre Rafael Pombo (1833-1912) es sinónimo de poesía infantil. Quién no creció declamando la historia de La pobre viejecita o contando Las siete vidas del gato. Pero Pombo fue más que el promotor de la literatura infantil en Colombia, también es recordado por su poesía romántica y sus impecables traducciones que han contribuido de manera significativa a las letras nacionales. A ciento nueve años de su muerte, lo recordamos en sus distintas etapas de escritor.
Pombo el romántico
Como muchos recuerdan, la infancia de Pombo transcurrió en la casa donde nació, en la esquina de la carrera 5 con la calle 10, que por muchos años fue sede de la Fundación que llevaba su nombre y que hoy son oficinas de la Sinfónica Nacional de Colombia.
Hijo de aristócratas payaneses, el niño Rafael pudo sumergirse rápidamente en las letras y en el estudio de lenguas como el latín, cuando cursaba sus estudios en el Colegio del Rosario. Sin embargo, su gusto por las humanidades se vio fuertemente truncado cuando su padre lo obligó a estudiar ingeniería en el Colegio Militar, donde Lino de Pombo se desempeñaba como docente de matemáticas.
A pesar de esta imposición, el joven Rafael publicó sus primeros versos y artículos en los periódicos El Filotémico y en El Día. De la misma manera, durante su estancia en Popayán escribió varios poemas bajo el pseudónimo de Edda, autora imaginaria que logró ser real para muchas mujeres que aprendieron sus versos y se sintieron comprendidas en sus sentimientos.
Por estos motivos, sus biógrafos Héctor H. Orjuela y Beatriz Helena Robledo lo han denominado como el poeta romántico por excelencia de las letras nacionales. Luego de una primera generación de escritores románticos, muchos se dejaron influenciar por el poeta y dramaturgo español José Zorrilla. Sin embargo, ese no fue el caso de Pombo, quien promovió el cultivo de una poesía más concisa y sin adornos. Esto demuestra una mayor cercanía a los románticos ingleses, a quienes tradujo y de quienes bebió su espíritu reflexivo y meditativo.
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Por su parte, el poeta Eduardo Carranza fue mucho más allá en los elogios a su poesía, al llamarlo, en un homenaje póstumo a cincuenta años de su desaparición, “el mayor poeta de la patria”:
HJCK (Productor). (1962). Correo de la cultura Esso: carta de Eduardo Carranza sobre Rafael Pombo, a los 50 años de su muerte [Periodismo de opinión]. Colombia: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-073135-01-SER001CPTDGW
Pombo el traductor
Rafael Pombo vivió en una época convulsa. Él no fue ajeno a esas situaciones bélicas y en 1854 participó de la guerra civil que se produjo luego del levantamiento del general José María Melo contra el gobierno de Obando. El rol militar de Pombo le permitió conocer a quien poco después lo invitaría a viajar a Nueva York con cargo diplomático: el general Pedro Alcántara Herrán, comandante supremo del Ejército constitucional.
Es así como entre 1855 y 1872, Pombo vivió en Estados Unidos. En los primeros siete años (entre marzo de 1855 y febrero de 1862), ejerció funciones como diplomático en la Legación de Colombia y en el decenio siguiente, ya separado del servicio, trabajó como editor, publicista y traductor, sin dejar de cultivar su vena poética.
Su periodo como diplomático fue dramatizado en la serie de Revivamos Nuestra Historia, “Contra viento y marea: Rafael Núñez”, en la cual se narra la vida del líder de la Regeneración y en la que Rafael Pombo es interpretado por el actor Luis Fernando Montoya. En el episodio de su aparición, Pombo se reúne en Nueva York con Núñez para hablar sobre la situación de los Estados Unidos de Colombia.
Luna, Julio César. (Director). (1983). Contra viento y marea: Rafael Núñez. [Serie histórica]. [Capítulo IX- La lección del Viejo Mundo]. Colombia: Producciones Eduardo Lemaitre. Archivo Señal Memoria, UMT 216605
En esta época, el verdadero Pombo se enfocó en traducir obras escritas en inglés, francés, alemán, italiano, portugués y latín. Eligió, por supuesto, a muchos de sus poetas predilectos: Byron, Shakespeare, Goethe, Lamartine, Victor Hugo, Longfellow, Bryant y Hood.
De estas etapas de su vida y de sus influencias literarias hablaron varios invitados al programa Huellas de Colombia, que dedicó un capítulo al que denominaron “el poeta mayor”.
Silva Vargas, Vicente (Director). (2000). Huellas de Colombia: El poeta mayor. [Serie documental]. Colombia: Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-014179 CLIP 2.
Pombo el poeta infantil
Pero indudablemente el rol más recordado del poeta colombiano es el traductor de fábulas y escritor de prosas infantiles. Al culminar su cargo de Secretario, Pombo decidió quedarse en Nueva York viviendo de su pluma. Consiguió que la editorial Appleton le contratara la traducción y adaptación de algunas fábulas y cuentos para niños. Es el origen de los Cuentos pintados para niños (1867) y los Cuentos morales para niños formales (1869). Adicionalmente, hace versiones propias llenas de humor, ingenio y creatividad, como Fábulas y Verdades, que no alcanzó a publicar en los Estados Unidos. Solo años más tarde, se imprimiría una selección de fábulas y cuentos en el primer número de la colección Biblioteca Popular, editada por Jorge Roa.
Al regresar a Colombia en 1872, intensificó su labor periodística tanto en el terreno cultural y artístico como en el político. Redactó una ley para la creación de la Academia Vásquez, la cual se convertiría años después en la Escuela de Bellas Artes; y se concentró en la redacción de fábulas con función moralista, dándole un aire más literario, juguetón y poético. Esta obra es la que lo inmortalizó y le permitió ser coronado como el máximo poeta colombiano, el 20 de agosto de 1905, en el Teatro Colón. Así lo recordaba Carranza en el homenaje por sus 50 años de fallecimiento:
HJCK (Productor). (1962). Correo de la cultura Esso: carta de Eduardo Carranza sobre Rafael Pombo, a los 50 años de su muerte [Periodismo de opinión]. Colombia: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-073135-01-SER001CPTDGW
Si bien sus poemas románticos han tenido muy pocas ediciones, sus fábulas traducidas y propias han marcado un hito en la literatura infantil. De ahí que incluso al día de hoy niños y jóvenes declamen sus composiciones literarias y conozcan vivamente su biografía. Así lo evidenció el episodio del magacín Escenario, dirigido y conducido por el actor Jairo Soto, dedicado a difundir los eventos culturales de la Fundación Rafael Pombo.
Soto, Jairo (Director). (1997). Escenario. [Magacín cultural] [Temporada I, Cap. 29: Fundación Rafael Pombo]. Colombia: Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-011827.
En últimas, Rafael Pombo es la evidencia de esa élite nacional de finales del siglo XIX y principios del XX, interesada en desempeñarse en varios roles. A pesar de que su padre quería convertirlo en un ingeniero, siguió sus pasos al convertirse en un diplomático que podía empuñar un arma a favor de ideas conservadoras o cambiar las balas por prosas y versos para niños.
Autora: Viviana Arce