El animal doméstico antes de la televisión | Señal Memoria

El animal doméstico antes de la televisión: zootecnia, progreso y máquina animal
Publicado el Mié, 26/06/2024 - 10:21 HISTORIA DE LOS MEDIOS
El animal doméstico antes de la televisión: zootecnia, progreso y máquina animal

Colombia al Día: narrativa cinematográfica de un país moderno

Antes de la televisión estuvo el cine, este fundamentó las formas de abordar mucho de lo que luego se anunciaría en la pantalla chica. Cuando llegó la televisión en 1954, los noticieros cinematográficos legaron su propuesta audiovisual y narrativa a los programas informativos que desde el principio estuvieron presentes en la naciente Televisora Nacional. 

Así lo indican las investigadoras Adriana Carrillo y Ana María Montaña, enfatizando que “la puesta en escena coincidía en muchos aspectos con el cine, en lo relacionado con la locución del narrador, cuya voz conducía al telespectador, mientras la imagen aparecía como un complemento visual del discurso informativo; se trataba de un conjunto de imágenes reiterativas y poco dinámicas, debido a que los equipos, iguales a los de cine, impedían registrar el sonido directamente o conseguir planos audaces”.

Puesto que se proyectaban en espacios de ciudades, pueblos y caseríos, los noticieros cinematográficos además fueron la ventana que permitió a poblaciones diversas y distantes mirarse entre sí, por supuesto, siempre por medio de lo que se decidía enfocar y la manera de hacerlo. 

Uno de los noticieros oficiales fue Colombia al Día, que en 1956 nace a cargo de la Dirección Nacional de Información y Prensa (DINAPE), órgano de propaganda y censura del Gobierno Militar. La historiadora Valentina Mena en su trabajo titulado De Colombia para el mundo: propaganda política en el noticiero cinematográfico Colombia al Día (1956-1958), señala que el objetivo de esa producción era respaldar al Gobierno promoviendo la legitimidad de sus políticas y de la figura de Rojas como líder carismático y unificador. Así, se proyectaba una imagen optimista del país, con pasos firmes de modernización y pacificación, como se mencionó en el anterior artículo

Como veremos, el noticiero tenía diversas secciones que iban dirigidas a consolidar desde diferentes frentes la construcción de una identidad nacional y una imagen del país alineada con la dictadura. Se narraban entonces constantes avances en campos como la ciencia, la infraestructura, la cultura y el deporte. Consta decir que el noticiero se mantuvo aún cuando acabó el gobierno de Rojas en mayo de 1957 y que a partir de entonces su carácter varió, mas no especialmente en lo que nos interesa enfocar. 

Allí, como en la vida en general, tuvieron un lugar los animales no humanos, ya desde antes hay registro en cine de ferias ganaderas que, al igual que lo veremos con Colombia al Día, los retrataban en consonancia con la zootecnia, disciplina de creciente relevancia en el campo económico y educativo desde mediados de los años cuarenta. En adelante, lo dicho sobre esta disciplina de la explotación y construcción de animales domésticos será referencia al trabajo de Iván Darío Ávila titulado Rebelión en la granja. Biopolítica, Zootecnia y Domesticación.

En este estudio, el autor realiza una lectura crítica de los desarrollos discursivos inscritos en los principales manuales generales de la zootecnia (textos clásicos para su enseñanza), que dan cuenta de la construcción de su objeto de estudio, de una historia mítica de la disciplina y de una teoría política de la dominación hacia animales. Conectado a esto, veremos cómo algunos fragmentos de emisiones de Colombia al Día que se conservan en el Archivo Señal Memoria se relacionan de manera clara con el quehacer y el conocimiento zootécnico.

Animal doméstico: objeto de estudio, explotación y encuadre

Aunque Colombia al Día empieza posterior a la llegada de la televisión, retoma elementos que son anteriores a esta, hace parte de su formación y es una de las principales fuentes para estudiar en este contexto la animalización, como proceso discursivo del que hacen parte los medios.

A continuación, veremos una sección económica del noticiero dedicada a la ganadería en los Llanos Orientales y que fue emitida en 1956.

DINAPE (Productora). (1956). Colombia al día: 1956-1958. Noticias de Colombia y el mundo: [Ganadería en los Llanos]. Bogotá, Cartagena: Dirección Nacional de Información y Prensa (DINAPE). Archivo Señal Memoria, F35MM-851204.

 

“Los Llanos Orientales de Colombia se han distinguido siempre por sus inagotables posibilidades ganaderas”, bastará ajustar un poco la observación para notar el doble sentido que puede tener esta frase. Por un lado, tenemos la referencia a ese carácter constitutivo de los Llanos que implica la ganadería, que ciertamente se desarrolló antes de que existiera el Estado-nación colombiano y su división regional. Aún así, la manera de expresarlo trae cierta ambigüedad que puede llevar a cosificar esta práctica de explotación, al transmitir la vocación ganadera como algo natural, sin historia, quizá como la idea misma de la nación que se buscaba evocar con fines propagandísticos. Además, está el carácter eterno (o sempiterno) que se le da cuando se afirman “posibilidades inagotables” de la ganadería. 

Recordemos que las primeras vacas llegaron al actual territorio nacional en 1524, específicamente a Santa Marta, ya que, como afirma Adelaida Sourdis, “sin el ganado hubiera sido imposible la conquista y apropiación del continente americano”, debido al tipo de dieta de los colonizadores y a las posibilidades de transformación de territorio que conlleva esta práctica.

A partir de allí, se comenzó a dar la expansión por diferentes regiones de lo que ahora es Colombia y Venezuela. Y en la segunda mitad del siglo XVII, la ganadería empezó a consolidarse en los Llanos como efecto del gobierno, designado por la Corona, de los Jesuítas en este territorio, quienes fundaron haciendas y afianzaron una educación evangelizadora. 

A medida que la ganadería se extendía, fue cambiando la manera de relacionarse con la tierra y la tierra misma, que tenía un carácter muy diferente para y con los pueblos indígenas que la habitaban, la promoción del consumo de carne fue un proceso que se fue dando paulatinamente hasta llegar a un nivel muy alto entre los años treinta y cuarenta del siglo XX.

Es en este contexto de expansión, y citando a Stephanie Gómez, “se comenzaron a pensar en nuevos factores como: tipos de razas, clases de ganadería, zonas de población animal y logística de transporte y distribución del animal”. Así es como la zootecnia se va desarrollando de la mano de intereses del sector ganadero y de la demanda de carne creciente desde la colonización. 

La racialización de especies animales domesticadas, en este caso especialmente de vacunos, ha sido un proceso histórico de adaptación de vidas a condiciones favorables a la explotación humana , que toma un sentido particular en la zootecnia, donde las funciones productivas dadas a los cuerpos, y que les han modificado de manera evidente, se asumen como el ser de estos animales. La raza, concepto rebatido en la biología, se aplica sin problema en la zootecnia, en tanto la explotación económica es su fundamento. 

El objeto de estudio de esta disciplina, el animal doméstico o domesticado, es aquel que hace parte del domus (el hogar) que está bajo el dominio de dominus (el pater familias), de manera que su existencia es en la medida en que su vida está al servicio de la comunidad humana. Más allá de esto las vidas animales domesticadas no han tenido un lugar en las formulaciones tradicionales de la zootecnia. 

Como lo narra el fragmento del noticiero, se trata de “ejemplares” racializados que compiten unos con otros, en tanto componentes de empresas capitalistas en disputa mercantil. Aún más que el obrero explotado, el animal doméstico se ha (con)fundido con la máquina. El caballo, por ejemplo, ha sido vehículo de tracción de gran importancia en el desarrollo del capitalismo. El siguiente fragmento, entre una irónica presencia en cuadro de caballos y automóviles y la afirmación de que este animal es el único medio de locomoción en el Puerto López de ese entonces, así lo deja ver.

DINAPE (Productora). (1957). Colombia al día : 1956-1958. Noticias de Colombia y el mundo: [Turismo Puerto López - iglesia El Naranjal]. Puerto López; Pitalito; Melgar; Bogotá: Dirección Nacional de Información y Prensa (DINAPE). Archivo Señal Memoria, F35mm-851217.

 

En esta sección del noticiero dedicada a atractivos turísticos, destaca la narrativa sobre el progreso, que reitera parte de lo dicho sobre el fragmento anterior y según la cual el animal, como objeto de estudio-explotación, implica una potencia productiva más que vital. Y no solo eso, también puede ser objeto de espectáculo, en una intersección donde el progreso y la tradición no son contrarios, sino que se unen en torno a la identidad y el festejo.

DINAPE (Productora). (1956). Colombia al día: 1956-1958. Noticias de Colombia y el mundo: No. 13. Bogotá: Dirección Nacional de Información y Prensa (DINAPE). Archivo Señal Memoria, F35mm-851216.

 

Por último, está este fragmento que muestra la sección de “Etnografía”, donde se refiere al pueblo Wayúu y a su relación con la ganadería. No es el espacio para abordar la concepción de la animalidad que tienen los wayúu, pero basta decir que las cabras y ovejas también llegaron a inicios del siglo XVI y su cría y explotación se convirtió en algo central en la cultura de habitantes indígenas de la península de La Guajira.

De este pueblo, se dice que sus “inalterables” prendas de vestir son su más marcada “característica racial” y más adelante se generaliza que su “riqueza”, refiriéndose a sus medios de subsistencia y a sus productos culturales, desafían el paso de los siglos. Más allá de la clara deshistorización de la forma de vida wayúu, que una vez más cosifica la relación con animales que ni siquiera estaban presentes en gran parte de la historia de este pueblo, hay dos elementos que se vinculan con la construcción de la animalidad doméstica: la racialización humana y la oposición entre tradición y progreso, que se diferencia o convive ambivalente con el anterior fragmento de Puerto López.

En el campo de la zootecnia ha tenido lugar una construcción mítica tanto de la disciplina como de la domesticación, acorde a la que se ha considerado que la explotación animal moderna es la forma por excelencia de esta práctica productiva, y que otros pueblos realizan estados inferiores de la misma. De entrada, se ha considerado que existe una relación proporcional entre domesticación y desarrollo/superioridad, en la que entre más amplia es la cantidad de especies domesticadas y más sofisticada la explotación más desarrollado está el pueblo que la realiza. 

Es así que la racialización de poblaciones humanas, que naturaliza y jerarquiza las diferencias entre ellas, se conecta con el proceso de domesticación que lleva implícita la racialización animal, y que se narra como parte del progreso humano. En ambos procesos de racialización se consideran naturales y el ser de las poblaciones ciertas características que pueden entenderse en términos históricos. De ahí que las formas de vida de algunas poblaciones se describan como estáticas y casi instintivas; aun cuando se retomen ambiguamente como bellas y admirables. Estos elementos conectarán más adelante con la idea del “mundo subdesarrollado”, que abordaremos en el siguiente capítulo.

En este artículo hemos realizado un análisis predominantemente contextual que parcialmente da cuenta del significado de los fragmentos presentados. Por ello, para no caer en la falacia de reducir su significado al contexto, sería necesario hacer también un análisis formal más riguroso que dé cuenta de la estructura de estos productos y sume a una interpretación más integral y precisa. Este tipo de análisis los profundizaremos en el cuarto artículo de esta serie. Por ahora, continuaremos con el estudio del contexto saltando a los años ochenta y abarcando hasta la primera década del siglo XXI. Este tercer y siguiente texto podrán encontrarlo publicado acá en la página de Señal Memoria el miércoles 24 de julio.

 


Por Camilo Fernández

 

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Fecha de publicación original Mié, 26/06/2024 - 10:21