De pala y azadón: Día Internacional de las Mujeres Rurales

Mujeres de pala y azadón: Día Internacional de las Mujeres Rurales
Publicado el Mié, 16/10/2024 - 09:09 CULTURA Y SOCIEDAD
Mujeres de pala y azadón: Día Internacional de las Mujeres Rurales

Cada 15 de octubre, conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Un día para reflexionar sobre el reconocimiento social y estatal de su fuerza de trabajo y su influencia en la configuración de las territorialidades rurales y del campesinado colombiano. En Colombia, el 48.2% de la población rural son mujeres, por ello se hace vital conmemorar sus luchas, sus derechos y su potencia en la producción y reproducción social. Desde la educación hasta la propiedad de la tierra y la asociatividad, en este artículo,  exploramos cómo las mujeres rurales y campesinas, a través de sus principales luchas, han dejado ver que la defensa de la vida y del territorio es, en esencia, una defensa de su propia existencia.

Mis tías aún recuerdan con nostalgia el exquisito sabor del cocido boyacense preparado por las manos de la mamita Soledad. Esas manos, guardaban la memoria de la tierra que alguna vez labró, cosechó y cocinó. Solecito, como cariñosamente le llama mi mamá, fue una mujer campesina boyacense, solo sus manos sabían cocinar rubas como, tal vez, jamás volveré a probar. Sus yemas que tan suavemente nos acariciaban la cabeza, su espíritu y su ímpetu sostuvieron, cuidaron y reprodujeron toda una familia. Como mi abuela materna, 5.851.880 mujeres rurales en Colombia producen, reproducen y sostienen familias enteras. Su fuerza de trabajo mueve las economías mundiales. Este trabajo, incluye tareas del hogar, cuidado de la familia, agricultura de subsistencia y más, genera un valor enorme que no es compensado ni reconocido formalmente. En términos de economía del cuidado, este esfuerzo no remunerado se traduce en beneficios económicos para otros sectores que acumulan riqueza a costa de la no remuneración de estas labores. 

Teniendo este panorama en mente, iniciamos nuestro recorrido por el archivo sonoro de Señal Memoria que resalta temas fundamentales en la historia de la lucha de las mujeres campesinas por el reconocimiento social y estatal, en campos como la educación, la tenencia de tierras y la asociatividad de mujeres.

Educación para la vida

Según datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) del 2020, socializados por el DANE, el 10,6% de las mujeres rurales de 5 años o más no sabe leer y escribir, en comparación con el 4,1% en las zonas urbanas, lo que evidencia una brecha del 6,5%. Además, entre la población de mujeres rurales entre 6 y 21 años que no estudian, las principales razones son: encargarse de los oficios del hogar (23,7%), la falta de dinero o costos educativos elevados (19,8%), el embarazo (9,6%) o la falta de interés (9,6%).

La influencia de las órdenes religiosas en la educación campesina fue fundamental en los primeros años de la formación rural. Para 1810, tres órdenes religiosas masculinas (dominicos, franciscanos y agustinos) ya estaban establecidas en Colombia. Estas órdenes, con raíces pedagogías e incidencias a nivel socio-cultural, que se remontan a la colonización en el siglo XVI, jugaron un papel clave en la evangelización y en la educación de los campesinos, lo que sentó las bases para la formación agrícola y rural del país.

En particular, las monjas franciscanas, por sus postulados y principios religiosos, se destacaron en la educación de campesinos, enfocados en la enseñanza práctica. Influenciadas por la espiritualidad de San Francisco de Asís, su labor educativa se centraba en inculcar valores cristianos, enseñando habilidades agrícolas, labores domésticas y manualidades. En la siguiente  transmisión radial de "Carta de Colombia" en 1974, podemos escuchar como Gloria Valencia de Castaño entrevista a Marcela de Child de la Escuela Agrícola Femenina Veracruz de Santa Rosa del Cabal, ella explica las actividades y el funcionamiento de la institución y su influencia en la educación de mujeres campesinas en la época y la zona. 

Cita al pie del audio:
Valencia de Castaño, Gloria [locutora]. (1974). Carta de Colombia: junio 24 de 1974. Transmisión radial de programa de televisión. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-074173-01-SER001CPTDGW.

Una tierra soberana

La tenencia de la tierra es un tema crucial en la lucha por los derechos de las mujeres rurales en Colombia. A pesar de que el 89.1% de las mujeres productoras posee su Unidad de Producción Agropecuaria (UPA), solo el 24.7% de estas son dirigidas exclusivamente por mujeres. Esto resalta una inequidad en la que, aunque muchas mujeres son propietarias, no tienen el control real sobre sus tierras.

En los Diálogos con la Mujer y la Familia Campesina, transmitidos el 6 de enero de 1988, se realizó un balance sobre los compromisos del Estado en materia de propiedad y herencia de la tierra para las mujeres campesinas. Este tipo de reflexiones fueron fundamentales para recordar que la propiedad de la tierra no es solo un asunto legal, sino un tema de soberanía que incide necesariamente en la autonomía femenina y la incidencia en la toma de decisiones sobre la tierra.

Diálogos con la mujer y la familia campesina: enero 06 de 1988. Bogotá: Todelar. Archivo Señal Memoria, TDLR-DGW-090010-01.

El acceso a la tierra permite que las mujeres rurales desarrollen sus proyectos productivos, contribuyan a la soberanía alimentaria (porque más de tener seguridad sobre el alimento, se requiere  soberanía sobre la tierra y eso implica una serie de decisiones sobre la produccion y reproduccion del y en el territorio) y, lo más importante, que posean lo que históricamente se les ha negado.

Tejer la vida

La asociatividad ha sido un tejido de vida para las mujeres rurales. La creación de redes y organizaciones les ha permitido unirse, compartir experiencias y luchar colectivamente por sus derechos. Ejemplos importantes históricamente como la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas (ANMUCIC), la Asociación de Mujeres de la Región del Catatumbo (AMCAT), la Asociación de Mujeres Campesinas de la Sierra Nevada de Santa Marta (AMCSNSM) y otros muchos que, con la unión de tejidos, han logrado apuestas, reivindicaciones y transformaciones importantes para sus territorios.

Una muestra de esto es la Asociación de Mujeres Campesinas Sembradoras de Vida y Paz, que ha trabajado para promover la equidad y la justicia social en sus comunidades. Myriam Obando, integrante de la asociación acompaña el siguiente fragmento. 

Piñeros, Luisa Fernanda [locutora]. (2015). El Atardecer: Asociación Mujeres Campesinas Sembradoras de Vida y Paz - octubre 28 de 2015. Bogotá: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RNDC-DGW-217009-01.

El apoyo del Estado y de organizaciones no gubernamentales es esencial para fortalecer estas iniciativas. Este apoyo no solo debe centrarse en recursos, sino también en garantizar la protección de la vida de las mujeres líderes campesinas. Una de las principales consecuencias de la defensa de la vida y el territorio ha sido la persecución sistemática y el desplazamiento de las mujeres líderes de las asociaciones en sus territorios, lo que genera despojo, desplazamiento, conflicto, muerte y una lamentable fragmentación del tejido de vida.

¡Por su vida, por sus existencias!

En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, honramos a las millones de mujeres campesinas que, como mi abuela y tantas otras, han sostenido familias, comunidades y economías. 

Las mujeres rurales han tejido redes de lucha y resistencia, tejen y han tejido caminos hacia la soberanía y el reconocimiento de sus derechos. Su papel en la economía rural, su liderazgo en las comunidades y asociatividades, su lucha por la tierra y la educación reflejan una realidad que ha sido invisibilizada pero que sostiene a millones de familias. A través de su trabajo incansable y no remunerado, se han convertido en pilares de la economía del cuidado, cuyo valor aún está por ser plenamente reconocido y remunerado. 

En cada rincón del campo colombiano, las mujeres campesinas siguen tejiendo vida y resistencia, como lo hizo alguna vez Solecito, con manos llenas de delicias, sabiduría, tenacidad, pala y azadón.

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Fecha de publicación original Mié, 16/10/2024 - 09:09