De acuerdo con lo establecido en la Constitución de 1886, las elecciones se realizaban por medio de jurados electorales. Esto quiere decir que las personas capacitadas para votar, con nivel de renta establecido en más de 500 pesos y que supieran leer y escribir, podían votar para presidente de la república, senadores y diputados a las asambleas.
Esto quiere decir que no todos podían votar en la Colombia de finales del siglo XIX. Las elecciones se limitaron principalmente al Partido Conservador, debido a las dificultades que enfrentaron los miembros del Partido Liberal si querían acceder a las cédulas de ciudadanía. El manejo del poder electoral estuvo en manos del presidente, los gobernadores y los alcaldes.
El sistema electoral colombiano se originó con la creación de la República de Colombia que estableció un sistema de jurados electorales, un método indirecto de elección en el cual el ciudadano votaba por un elector, el cual expresaba su voto.
Por esto, el camino hacia elecciones directas y abiertas a más sectores de la ciudadanía tuvo lugar en el transcurso del siglo XIX.
Los primeros años de la República
La Constitución de 1821 estableció que solo podían votar los ciudadanos mayores de 21 años, que fueran casados o que lo hubiesen estado, excluyendo a las mujeres y a los miembros de órdenes religiosas. Se debía cumplir con el requisito de renta garantizada por propiedad o por el ejercicio de profesión u oficio que le permitiera sobrevivir sin dependencia. Así mismo, se debía saber leer y escribir, un requisito que finalmente fue pospuesto para aplicarse a partir de 1842, cuando el Estado hubiera garantizado la educación a todos los colombianos. Sin embargo, sí se exigió este requisito a los integrantes del Jurado Electoral, dadas sus responsabilidades en la expresión del voto, el conteo de los mismos y el levantamiento de las actas. Cuando ningún candidato alcanzaba la mayoría, la elección era “perfeccionada” por el cuerpo legislativo superior que en el caso del presidente de la república era el Senado.
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Este sistema se modificó con el cambio constitucional de 1843 que estableció el “voto censitario”, esto es, el ya mencionado requisito de saber leer y escribir y gozar de una renta de al menos 300 pesos, lo que restringió el derecho de las mayorías ciudadanas de la Nueva Granada. De esta manera, las élites tradicionales del país estuvieron en capacidad de imponer el mandatario nacional y los integrantes de las corporaciones públicas, en especial el Senado y la Cámara de Representantes. Desde luego, se mantuvo el régimen de jurados electorales y se consolidó el esquema caudillista de representación, en el cual los jefes políticos, a menudo exmilitares de la Independencia, se apoyaban en gamonales que dominaban regiones específicas donde tenían como agentes a los caudillos de los pueblos. Esto es entendible en la medida en que no se habían consolidado los partidos políticos y la relación entre patrón y cliente era dominante en un país mayoritariamente rural.
Cuando a consecuencia de las reformas liberales realizadas a mediados del siglo XIX surgieron el Partido Liberal y el Partido Conservador, el sistema electoral pareció alcanzar mayor coherencia gracias a que surgieron asociaciones de artesanos y ciudadanos que reclamaron su derecho al voto.
Se trata de las llamadas Sociedades Democráticas de Artesanos, creadas por los liberales, y las Sociedades Populares, por los conservadores. Su accionar político amplió la participación democrática, aunque se seguían manteniendo las restricciones establecidas por los conservadores en la Constitución de 1843. Una representación dramatizada del sistema de elecciones de esta época, en la que se aprecian ambos partidos políticos y la afiliación de los liberales con los artesanos, puede encontrarse en la serie de Revivamos nuestra historia, titulada Alfonso López Pumarejo (1986):
Luna, Julio (Director). (1986). Revivamos nuestra historia. Alfonso López Pumarejo [Serie]. Colombia: PROMEC Televisión. Archivo Señal Memoria, UMT 216960
Las elecciones en la Confederación Granadina (1858-1863)
Una modificación al sistema se intentó durante la Confederación Granadina (1858-1863), mediante la cual el presidente Mariano Ospina Rodríguez impuso unos jurados electorales en los Estados, en los cuales “los hombres del presidente” tenían mayorías pues el primer mandatario se cuidó de mantener la potestad de nombrar tres de los jurados, quedando otros dos del resorte interno de cada ente territorial.
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La reacción de los gobiernos estatales no tardó, pues denunciaron que con esto se violaba la soberanía de los Estados. Esto, unido a otras intervenciones del Gobierno central, justificó la guerra de 1860, que permitió proclamar una nueva constitución en Rionegro en 1863, la cual dio autonomía a los Estados soberanos para expedir sus propios códigos electorales.
Los Estados Unidos de Colombia (1863-1886)
La Constitución de Rionegro de 1863 dio inicio oficial a los Estados Unidos de Colombia, un sistema federalista que concedió mayor autonomía a cada uno de los Estados que lo conformaban, los cuales conservaron el sistema de jurados. Se hizo universal la participación de los ciudadanos varones mayores de 21 años. Cada Estado escogía sus diputados a las legislaturas estatales y quienes representaban al pueblo en la Cámara de Representantes. También escogía a los tres senadores que representarían al Estado en el Senado.
Las distorsiones de este sistema se hicieron evidentes cuando se comprobó que las elecciones eran manipuladas para perpetuar un manejo hegemónico del poder por parte de los partidos dominantes.
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Entre los problemas también estaba la frecuencia de las elecciones. En la medida en que los períodos para presidentes, senadores y representantes se cumplían cada dos años, el país vivía inmerso en una permanente campaña electoral. A esto se agrega las elecciones internas de los Estados que debían escoger sus presidentes y representantes a las legislaturas.
Cada elección se hacía en año diferente, de tal manera que se convirtieron en focos de conflictos que a menudo se tornaban violentos. El caso más flagrante de manipulación de elecciones se dio durante las elecciones presidenciales de 1875, cuando el Cauca demoró el escrutinio de su jurado para declarar en blanco el voto del Estado que se había pronunciado en favor de Rafael Núñez. De esta manera salió electo Aquileo Parra por un Senado que no respetó la voluntad ciudadana. El dramatizado histórico de Revivamos nuestra historia, que lleva por nombre Contra viento y marea: Rafael Núñez (1983) recrea este evento y la controversia que generó entre los Estados votantes:
Luna, Julio (Director). (1983). Revivamos nuestra historia. Contra viento y marea: Rafael Núñez. [Serie]. Colombia: PROMEC Televisión. Archivo Señal Memoria, UMT 216606
La República de Colombia (1886)
Un cambio drástico se tuvo con la Constitución de 1886. Esta carta no legisló en materia electoral por lo que siguió el sistema de jurados, se impuso el voto censitario y la garantía de probidad y virtuosidad del ciudadano. Luego estableció el voto directo para presidente de la república y congresistas, que se hacía ante los jurados encargados de realizar el escrutinio. De esta manera, el Partido Nacional que había expedido la Constitución, garantizó su permanencia en el poder, de tal manera que durante medio siglo pudo imponer un régimen que fue conocido como la Hegemonía Conservadora, el cual se mantuvo, con leves cambios, hasta 1930.
El manejo hegemónico del sistema electoral excluyó del poder al partido contrario, en este caso al Partido Liberal, al punto que sólo pudo elegir durante todo el período a un representante a la Cámara: Rafael Uribe Uribe.
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Esta falta de apertura democrática llevó a que los liberales se lanzaran a la guerra en 1895. Fueron derrotados. Poco después, en 1899, iniciaron la llamada guerra de los Mil Días, que llenó de sangre el país hasta 1902.
Autor: Alonso Valencia