La espada de Bolívar en la memoria | Señal Memoria

La espada de Bolívar en la memoria
Publicado el Lun, 08/08/2022 - 19:08 HISTORIA Y COYUNTURA POLÍTICA
La espada de Bolívar en la memoria

 

Noticiero de las 7. (1991). [Devolución de la espada de Bolívar]. [Programa informativo]. Colombia: Programar TV. Archivo Señal Memoria, UMT 219287

 

En 1974 el M-19 se presentó ante la opinión pública colombiana al sustraer de la Quinta de Bolívar una espada que, según la tradición, perteneció al Libertador. Dieciséis años después fue devuelta al Estado, pero la historia no termina ahí. Durante tres décadas ha persistido la polémica sobre sus años en la clandestinidad, polémica más viva que nunca en 2022, debido a su presencia en la posesión de un presidente que perteneció al M-19.

El Bolívar de la espada

Durante más de seis décadas los historiadores han replanteado las miradas sobre los protagonistas de la Independencia. De la misma manera, algunas comunidades y regiones han construido una identidad basada en cuestionar aspectos de la vida pública de esos mismos personajes. Recientemente, incluso sus estatuas han caído

Pero nada de eso importó tanto como el 7 de agosto de 2022. Dos siglos de iconos patrios, de un Estado-nación que construyó su identidad en la imagen de los fundadores de la República, han dejado sus consecuencias. Bolívar aún es considerado por numerosos sectores como un héroe nacional y su lucha es un símbolo, no solo de la soberanía nacional, sino también de la identidad de todo un continente.

Lo atestiguan sus retratos en alcaldías, escuelas y plazas, la fácil identificación de sus facciones, la manera como ha inspirado a artistas grandes y modestos, y la perdurabilidad de su nombre en topónimos, calles, plazas e instituciones. Así lo entendió y lo usó el chavismo, sí, cosa que también y mucho antes hicieron los autócratas que inauguraron el siglo XX venezolano, cosa que acá también hicieron el Partido Conservador, la dictadura de Rojas Pinilla que ponía su retrato en la naciente televisión, o el M-19. 

 

Gómez, M. (director). (1984). Inravisión 30 años [Robo de la espada de Bolívar por el M-19 en 1974]. [documental]. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT 209220 

 

La espada de Bolívar

En enero de 1974 el M-19 decidió hacer en la Quinta de Bolívar el primero de sus recordados actos propagandísticos. De allí sacaron la espada de Bolívar que por dieciséis años permaneció en la clandestinidad tejiendo todo tipo de leyendas sobre su paradero (hasta en Netflix hay una serie en la que un narcotraficante la recibe en sus manos a orillas de una piscina). La Quinta no era un objetivo militar relevante, no fue una acción necesariamente violenta para un país tan asediado por las violencias y, a pesar de todo, la sustracción de la espada se volvió un grave asunto de Estado: en los allanamientos a personas acusadas de pertenecer o simpatizar se buscaba la dichosa espada, en las detenciones o torturas se preguntaba por su paradero. También para la prensa aquella reliquia se volvió un tema de interés, de lo cual dio razón su aparición en el primer número de la revista Alternativa, en la que la espada fue fotografiada sobre la bandera del M-19, reivindicada por este grupo como un símbolo de su discurso nacionalista y una más de las acciones que alejó al grupo guerrillero de la ortodoxia de otras organizaciones insurgentes.

Era inevitable que, en 1990, cuando finalmente el M-19 decidió desmovilizarse y emprender el camino de la política sin armas, surgieran toda una serie de recriminaciones a las acciones emprendidas durante la clandestinidad y que la opinión pública se preguntara dónde estaba la espada de Bolívar. Por su parte, el M-19 entendió que la espada necesitaba estar otra vez en la casa del Libertador, como un gesto de su compromiso con la paz y con una lucha que ahora en adelante se realizaría en el marco de las normas definidas por el Estado. Así ocurrió en enero de 1991, cuando ya se había elegido la Constituyente, pero también cuando Carlos Pizarro llevaba nueve meses de haber sido asesinado. Ocurrió en un acto presidido por Antonio Navarro Wolff, en el cual acompañó a un grupo de hijos e hijas de firmantes de la paz.

 

 

Noticiero de las 7. (1991). [Devolución de la espada de Bolívar]. [Programa informativo]. Colombia: Programar TV. Archivo Señal Memoria, UMT 219287

 

Una reliquia que sigue viva 

Las ideologías políticas tienen un ancestro en la religión, una raíz de la que han perdido menos cosas de las que creemos. Bolívar es un icono del Estado moderno, el recuerdo de un hombre que fue admirado en el mundo por los adeptos de las revoluciones liberales y cuya imagen ha perdurado en América Latina como un símbolo de emancipación e identidad (su imagen, ojo, no una persona cuya complejidad estudia y seguirá estudiando la disciplina histórica). Esa condición de símbolo secular y moderno no ha librado a Bolívar de ser usado con un fervor religioso que antecede al tiempo al que pertenece su figura: como cualquier santo, sus frases han sido citadas con sentido profético, sus acciones son enaltecidas o menoscabadas con la misma pasión e intransigencia, su vida es llevada a la pantalla sin que pase de moda hacerlo y sus pertenencias se han venerado como el testimonio tangible de su existencia. Y en medio de aquel culto, una espada que no podemos asegurar que alguna vez haya estado en un campo de batalla, fue extraída de un museo por un grupo guerrillero, fue devuelta como símbolo de reconciliación y protagonizó, ante los ojos del mundo, la primera orden impartida por el presidente Gustavo Petro.

 


Autor: Felipe Arias Escobar

 

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Fecha de publicación original Lun, 08/08/2022 - 19:08