Un centenar de nuevas obras teatrales adaptadas para televisión formaron parte de la programación habitual del nuevo medio durante los primeros años
Las obras que conformaron la fuente de las adaptaciones de los teleteatros presentados en la naciente televisión colombiana a finales de la década de los 50, no estuvieron exentas de polémica y crítica por algunos de los planteamientos frente a los modelos de sociedad y familia que mostraban.
Bernardo Romero Lozano, a cargo de gran parte de los teleteatros emitidos, hizo una arriesgada apuesta por llevar a escena obras contemporáneas con propuestas diferentes a las obras clásicas, que sin embargo no dejaron de seguir teniendo su espacio dentro de la programación habitual. Para 1956 la obra del poeta y dramaturgo noruego Henrik Ibsen, Espectros, escrita en 1881, llegaría a las pantallas de los colombianos, transmitida por la Televisora Nacional, cargada con los sinsabores que desde su estreno en Europa había acumulado.
Los teatros y librerías de Noruega y Berlín prohibieron el libro y la obra; en Inglaterra la moral victoriana la calificó de inadecuada para la sociedad y en París la opinión se dividió radicalmente entre quienes apoyaban y atacaban la creación de Ibsen. Más de medio siglo después en los escenarios teatrales colombianos, la obra seguía planteando discusiones alrededor del papel de la mujer en la sociedad moderna y las luchas contra las normas sociales, religiosas y morales. Todo ello personificado en la figura de Elena Alving y el drama de su vida como esposa y viuda.
El archivo fílmico de Señal Memoria conserva parte del teleteatro emitido en 1956, presentado en dos fragmentos correspondientes a los dos primeros actos de la obra. La importancia de esta joya del patrimonio audiovisual de los medios públicos se fundamenta en varios aspectos: es el más extenso y mejor conservado fragmento de los teleteatros emitidos entre 1955 y 1960, hasta ahora encontrado, con una duración de 40 minutos; es un documento audiovisual que evidencia los alcances técnicos de la cinematografía nacional durante los primeros años de la televisión nacional; de igual manera permite apreciar la puesta en escena de una escuela teatral que tuvo su génesis en la experiencia de la dramaturgia radial iniciada en los 40.
Esta adaptación libre de Bernardo Romero Lozano, quien interpreta al carpintero Engstrand, contó con la actuación de Carlos Lemos en el papel de Oswaldo Alving, Lolita Villaespesa como Elena Alving, César Borrero como el Padre Manders y Dora Cadavid como Regina. La música es del músico y compositor noruego Edvard Grieg.
Autor: Luis Alfonso Rodríguez Norato