Alfonso López Pumarejo vivió la gloria y el desastre por igual durante los dieciséis años de la República Liberal (1930-1946). Primero como arquitecto del triunfo electoral de Enrique Olaya Herrera, primer presidente liberal en más de cuarenta años. La tarea continuó con él mismo, entre 1934 y 1938, como jefe de estado e impulsor de una era de reformas sociales aplazadas durante años en Colombia, lo cual le mereció un amplio apoyo entre las masas de obreros y campesinos. Es así que para 1942, a pesar de la oposición de conservadores y no pocos liberales, se convirtió en el único presidente del siglo XX que lograba ser reelegido.
Alfonso López Pumarejo – Discurso de posesión (Radio Nacional, 1942)
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Sin embargo, este segundo gobierno fue uno de los más polémicos de su tiempo: arrinconado por las acusaciones de corrupción que involucraban a su familia y por la creciente violencia rural entre los seguidores de ambos partidos, a lo cual se sumaron rumores de conspiración en los que el régimen involucró a su antiguo amigo, el dirigente conservador Laureano Gómez. Además, el deterioro de la salud de su esposa, María Michelsen Lombana, lo obligaba a retirarse con frecuencia de su cargo.
En esas circunstancias ocurrieron los sucesos del 10 de julio de 1944 en Pasto, cuando un grupo de oficiales del ejército fracasó en su intento de apresar al Presidente y de levantar a las Fuerzas Armadas, cuando este se encontraba de visita en la capital nariñense. Para neutralizar la acción de los militares rebeldes, la radio desempeñó un papel fundamental, primero para que sus ministros Darío Echandía y Alberto Lleras informaran que el gobierno tenía controlada la situación en el resto del país y, luego, para el propio López Pumarejo informara a la ciudadanía de su regreso al mando dos días después.
Alfonso López Pumarejo – Restablecimiento del orden (Radio Nacional, 1944)
Sin embargo, el restablecimiento del orden no fue un remedio suficiente para la crisis política. La tenaz oposición conservadora, el pobre respaldo liberal y un acoso que no cesaba llevaron a López a retirarse de forma definitiva de la presidencia el 7 de agosto de 1945, faltando un año para terminar su periodo. El gobierno recaería en su discípulo Alberto Lleras Camargo y así lo comunicó el mandatario saliente a sus seguidores, desde el balcón del palacio presidencial, en un discurso transmitido por la Emisora Nueva Granada en cadena con La Voz de la Victor.
Alfonso López Pumarejo – Renuncia (Emisora Nueva Granada, 1945)
Nueve meses después de su retiro, la suerte del Partido Liberal también cambiaba al dividirse entre la candidatura oficialista de Gabriel Turbay y la disidencia de Jorge Eliécer Gaitán. Las elecciones fueron ganadas por el conservador Mariano Ospina Pérez, empresario cafetero de apariencia moderada, promovido por Laureano Gómez para así evitar una unión liberal que haría segura su continuidad en el poder. Luego, arreciaría una Violencia que cambiaría para siempre la vida política y social del país.
Autor: Felipe Arias Escobar
