Un minuto de Dios que ya lleva setenta años | Señal Memoria

Un minuto que ya lleva setenta años
Publicado el Sáb, 12/04/2025 - 23:29 HISTORIA DE LOS MEDIOS
Un minuto que ya lleva setenta años

En 1955 nació el programa más longevo de la televisión colombiana, el cual dio origen a una de las más reconocidas obras sociales.

García Herreros, Rafael (1962). Discurso en el Banquete del Millón. Bogotá: Radio Nacional. Archivo Señal Memoria, CD008370

Del púlpito a la televisión

Puede que, aunque lo hayan visto anoche, nadie recuerde nada del mensaje que hizo el padre Diego Jaramillo en la última emisión del Minuto de Dios. Pero allí está su imagen adusta, en un set que imita un rayo de luz proyectándose en el cielo y una cruz rudimentaria hecha con las ramas de un árbol, como esos viejos símbolos que recuerdan la pobreza de los primeros cristianos. Una imagen que desde hace décadas hace parte de la vida diaria de los colombianos, aún cuando el consumo de televisión disminuye, pues el nombre del programa también está presente en una estación de Transmilenio, barrios, colegios, sedes universitarias, solicitudes para donar las “vueltas” en el supermercado o la ropa que ya no usamos que es recibida en los locales de mensajería.

Para su maestro, el sacerdote cucuteño Rafael García Herreros (1909-1992) era difícil imaginarse los alcances de su proyecto cuando se ordenó sacerdote en 1934 y la televisión era un invento exótico del que sólo se sabía en los cables internacionales de los periódicos. Eso sí, su compromiso con la Doctrina Social de la Iglesia lo llevó a ensayar desde muy temprano diferentes formas de promover la caridad entre los colombianos. Fue así como García Herreros llegó a la radio, con un breve espacio en la Emisora Fuentes de Cartagena que bautizó El Minuto de Dios. Para enero de 1955, cuando la televisión colombiana tenía apenas siete meses de fundada, el minuto pasó a las pantallas y de allí nunca se fue.

García Herreros, Rafael (1976). Entrevista sobre el Banquete del Millón. En: Carta de Colombia. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-070493-01

Del programa a la obra social

El profesor Néstor Miranda Canal ha señalado que el Minuto de Dios es un proyecto que se enmarca en la idea de un cristianismo activo, donde la predicación y las realizaciones sociales tuvieran un rol activo dentro de la sociedad, siguiendo la línea del Círculo de Obreros creado a inicios del siglo XX por el jesuita José María Campoamor, pero ahora con el poder de los medios de comunicación masiva. Fue así como invitación diaria de García Herreros a la oración se transformó muy pronto en obras sociales. Primero se repartieron mercados a familias pobres con el apoyo de la empresa privada, siendo Azúcar Manuelita el más reconocido de esos auspicios. Para 1958, en terrenos del antiguo municipio de Engativá, se construyeron las primeras casas de uno de los barrios más reconocidos de Bogotá.

Para 1961 la popularidad del Minuto de Dios le permitió crear el Banquete del Millón, un evento en el que se convocaba la donación de recursos para familias pobres bajo el principio de “cenar como ellos” (el banquete consistía en una taza de caldo y un pan) en el Hotel Tequendama. Con los años, los diferentes objetivos de su obra espiritual y social se materializaron con la creación de la Corporación Minuto de Dios, centros de oración, emisoras de radio en cinco ciudades, colegios en seis departamentos, una productora de televisión, una universidad con presencia en 22 departamentos, la multiplicación de los barrios Minuto de Dios, una fundación para pacientes con VIH o una empresa textil. Hasta el presidente de la república y las candidatas del otrora popular Concurso Nacional de Belleza debían acompañar a García Herreros en alguna de estas inauguraciones.

70 años del Minuto de Dios. (2025). Bogotá: Señal Memoria

De García Herreros a Jaramillo

El éxito de García Herreros fue tan fecundo como polémico. Con su característica ruana recorría su barrio, cuando todavía era residencial, y al cual dotado de servicios sociales y culturales inusuales para la periferia de la capital: una línea de buses, un museo, un teatro o hasta una parroquia visitada por feligreses de otras localidades. Desde los 80 fueron frecuentes sus llamados “a los alzados en armas” para que se desmovilizaran, posteriormente medió en la entrega de Pablo Escobar a la justicia en medio de declaraciones en las que García Herreros y otros sacerdotes celebraban su aparente arrepentimiento y las donaciones del Capo a su obra social, lo cual le acarreó amenazas.

Cuando García Herreros murió en 1992, mientras celebraba su último Banquete del Millón, su discípulo Diego Jaramillo ha asumido la conducción del programa y de la corporación y en 2029 completará la misma cantidad de tiempo de su antecesor. El nuevo “telepadre” pronto se hizo tan familiar como el maestro. Ya estaban lejos las acusaciones de “invasor” o “subversivo” que alguna vez recayeron sobre García Herreros, ahora el Minuto de Dios era un nombre en la memoria de una Colombia que recibía inadvertidamente la idea de una fe cristiana inserta en su educación, su comunicación, sus formas de solidaridad y en general en su cultura. Aunque, insistimos, casi nadie sepa de qué habló su último programa, no olvidamos una frase integra con honores del vocabulario de los colombianos: “Dios mío, en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega”.

Por: Felipe Arias Escobar

Fecha de publicación original Sáb, 12/04/2025 - 23:29