En la década de 1970 la televisión en Colombia vivió un proceso de expansión geográfica, pero también en cuanto a la variedad de su programación. Desde el Estado se buscó que los colombianos comprendieran su pasado y conocieran los sucesos noticiosos.
“Hola, amigos. Bienvenidos a la hora con más música. Somos felices porque sabemos que cada semana usted nos ve”. Así iniciaba El show de Jimmy, un programa musical que empezó a transmitirse a inicios de los años setenta. Por allí pasaron artistas como Pimpinela y Rocío Dúrcal. Se trató de un espacio en el que se mezclaban la comedia y el arte. Fue producido por Punch, una de las primeras programadoras de la televisión colombiana. En los años setenta existían más programadoras entre las que se encontraban RTI, Caracol, RCN, JES, Jorge Barón Televisión, entre otras. Eran compañías privadas a las que se les adjudicaban espacios en la televisión.
La televisión en los años setenta se expandió por la variedad que aportaban las programadoras a la parrilla, pero también por el Centro de Comunicaciones Espaciales que se estrenó en Chocontá, Cundinamarca, en 1970. Gracias al satélite que se instaló allí fue más sencillo conectar a Colombia con el mundo y viceversa. Por ejemplo, según el libro Veinticinco años de televisión colombiana, el día de la inauguración se emitió un mensaje del papa Pablo VI, un espectáculo de baile desde Chile y una conversación entre Carlos Lleras Restrepo y el embajador en Roma Darío Echandía.
La historia de Colombia vista en la televisión
Debido a la cantidad de programadoras, la parrilla de la televisión fue catalogada por Fernando Restrepo Suárez, cofundador de RTI, como una “colcha de retazos”. Pese a la falta de una estructura clara, la existencia de distintas productoras fomentó la diversidad en los programas que iban desde informativos hasta de entretenimiento. Sin embargo, Restrepo cuenta que debían cumplir con algunos requisitos. Uno de esos era que se debían crear seriados vinculados con la literatura colombiana. Por ello, uno de los que se hicieron fue La María, inspirado en la historia creada por Jorge Isaacs. De acuerdo con el director Bernardo Romero Pereiro, según se cuenta en el libro La televisión presidencialista en Colombia, las obras literarias que valía la pena llevar a televisión se acabaron rápidamente, por lo que debían sacar programas de cualquier texto colombiano que encontraran.
A pesar de las problemáticas que esa medida causó, aquello da cuenta de la intención estatal de que los colombianos conocieran sobre el corpus literario de la nación. En ese sentido, se buscaba la unidad a partir de unos conocimientos comunes desde series que reflejaban escritos históricos o de ficción. Un objetivo similar cumplió Revivamos Nuestra Historia, una colección de series sobre la historia política de Colombia. Una de las primeras producciones de esa colección fue José María Córdova. Esta tuvo veintiún capítulos que contaron sobre la vida del militar que lideró el Combate de Chorros Blancos en Antioquia. En el siguiente fragmento se aprecia la búsqueda de Córdova por comandar esa batalla.
Triana, Jorge Alí (director). (1979). Colección Revivamos Nuestra Historia: José María Córdova. Bogotá: Promec Televisión; Producciones Eduardo Lemaitre S.A. Archivo Señal Memoria, VR-UMT-216844.
Todo ello puede ser comprendido como parte del objetivo educativo que tenía la televisión. Incluso en los noticieros se incluían segmentos que aportaban a los conocimientos generales de los televidentes. Por ejemplo, en Telediario, se presentó una nota sobre La Divina comedia, el escrito de Dante Alighieri.
Abella, Arturo (director). (1975). Telediario. Bogotá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT-216095.
Sin embargo, ni Telediario ni los seriados hacían parte propiamente de los programas de televisión educativa que se transmitían. En los años setenta, el Fondo de Capacitación Popular estuvo a cargo de esa estrategia y en uno de sus documentos de 1971 se mencionan los puntos del plan educativo. Uno de ellos hacía referencia a la “educación para el desarrollo” por medio del que se buscaba crear “conciencia del valor del hombre, de la solidaridad comunitaria y del nacionalismo participante”. En ese sentido, la enseñanza no solo era vista desde la necesidad de que los colombianos fueran letrados, sino que comprendieran conceptos vinculados a la unidad nacional.
Posturas políticas en la “caja mágica”
A partir de lo mencionado, es claro el deseo de que los colombianos conocieran su propia historia, lo que constituye un aspecto identitario para la nación. Así como se pretendía que aprendieran sobre el pasado, también se buscaba que estuvieran al tanto de los sucesos recientes vinculados estrechamente con el concepto de país. Por ello, en el Archivo Señal Memoria se conservan registros de eventos políticos que se llevaron a cabo en los años setenta. A continuación, se observa una reunión de miembros del Partido Liberal en la que se proclamó a Julio César Turbay como candidato a la Presidencia de la República. Finalmente, Turbay fue elegido para ejercer el cargo entre 1978 y 1982.
Inravisión (productor). (1978). [Proclamación de la candidatura de Julio César Turbay como Presidente de Colombia]. Bogotá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P-241345.
Así como se transmitían eventos “oficiales”, también se abrían espacios para que personas de diferentes orillas políticas fueran escuchadas. Por ejemplo, en uno de los episodios de La entrevista de Margarita Vidal se presenta un diálogo con el abogado y sociólogo Eduardo Umaña Luna. En el siguiente fragmento se le escucha hablar sobre tipos de violencia que se ejercían en ese entonces en Colombia.
Vidal, Margarita (presentadora). (Ca. 1976-1978). La entrevista de Margarita Vidal. Bogotá: Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT-217134 Clip 1.
El que personas con diferentes ideologías políticas pudieran aparecer en televisión da cuenta de la apertura democrática del medio de comunicación, una que permitía que los colombianos se vieran representados desde distintas orillas. Aunque esa representación no fue para todos y todas, sí fue conformando una imagen de Colombia en la que existía la diferencia.
Esa imagen diversa era necesaria en tanto la televisión se expandía como medio de comunicación en el país. Para 1974 ya se tenían tres cadenas de televisión en Bogotá y la primera contaba con una cobertura nacional que le permitía llegar a dieciocho millones de personas, según los datos que se presentan en el libro Televisión educativa - historia. Aunque se mostraban posturas políticas distintas, todavía hacía falta representar la diversidad desde los territorios. Ello se empezó a hacer con mayor énfasis en los años ochenta, como se podrá apreciar en el siguiente artículo.
Por Laura González