Breve perspectiva de las estrategias que usa la HJCK para sobrevivir ante una primera crisis financiera, enfocándose en la búsqueda constante de patrocinadores a través de la producción de contenidos novedosos dirigidos a una audiencia específica. Haremos un pequeño recorrido sonoro por su actual custodio, el Archivo Señal Memoria.
La HJCK contrató al grupo de Bernardo Romero Lozano para iniciar un ciclo de radioteatros, el cual fue patrocinado por Icopesca y permaneció hasta la liquidación de esta entidad pesquera. En principio, la emisora transmitía una adaptación teatral diaria, pero con el tiempo se fueron agotando los recursos económicos y por la especialidad del grupo de radioactores, esta franja de programación se convirtió en un espacio alternativo y disminuyó su frecuencia. Para ampliar este tema, se ofrece una muestra de cómo sobrevivió este género por la ausencia de patrocinio.
El radioteatro en la emisora HJCK
Ante esta crisis financiera, el equipo creativo decidió lanzar obras literarias de escritores colombianos. Las grababan en sus estudios con la aprobación del autor, como es el caso de Oswaldo Díaz, un amigo que siempre estuvo dispuesto a estrenar sus obras en la “salita de la HJCK”. Aunque les resultaba costoso el pago de los radioactores, poco a poco lograron consolidar alianzas con grandes personalidades como Jean Louis Barrault y Madeleine Renaud, quienes usaban el estudio de la emisora para ensayar pues tenían planeado un ciclo de obras en el Teatro Colón.
Al celebrar su primer aniversario de funcionamiento, la HJCK les pidió a sus oyentes que expresaran sus impresiones acerca de las emisiones y en el programa conmemorativo de los primeros 365 días compartieron algunos testimonios. De acuerdo con sus intereses particulares, el oyente elegía un programa específico y seguía a la emisora porque uno de los colaboradores era un escritor de renombre, como es el caso de José Castillo cuya opinión se escucha a continuación:
Primer aniversario de la Emisora HJCK / Álvaro Castaño Castillo
A lo largo de sus primeros 10 años de funcionamiento, la HJCK quiso posicionarse como emisora independiente dedicada a la radiodifusión cultural especializada, su equipo estaba conformado por personajes con diferentes roles y profesiones, que al mismo tiempo participaron activamente en proyectos editoriales como revistas, publicaciones, etc.
En conclusión, el público objetivo de la emisora estaba conformado por los intelectuales, el mismo círculo en el que se desenvolvían, un grupo constituido por jóvenes entre los 20 y 30 años, de clase media y alta, en su mayoría profesionales o estudiantes de derecho pero con intereses diversos en las artes y las humanidades. Estos personajes recién llegados a la capital, usaron la influencia política de sus familias e hicieron conexiones con periódicos y cafés literarios, de esta forma, empezaron a debutar como escritores y artistas en los principales medios de comunicación.
Ante la crisis financiera por la que atravesó la emisora, el equipo de la HJCK comienza a buscar patrocinadores y a diseñar nuevos contenidos cargados de ingenio. Por ejemplo, se empiezan a improvisar llamativas cuñas radiales, con las que logra captar a varias casas publicitarias, para quienes crea contenido específico a sus necesidades comerciales, es así como estas y sus clientes se convierten en su segunda audiencia.
Autora: Alexandra Castro Suárez