Ficha Técnica
El 21 de noviembre de 2019 es uno de los días más destacados de la historia reciente de Colombia, pues marcó el inicio de una serie de movilizaciones que no se veían desde hacía más de cuarenta años en el país. Ese día trabajadores, estudiantes, campesinos y minorías salieron a protestar en contra del llamado ‘paquetazo’ del gobierno de Iván Duque. Según el Comité Nacional del Paro (CNP), el ‘paquetazo’ incluía las reformas laboral, pensional y tributaria que se proponían en ese momento; la privatización del aparato productivo del Estado; las tarifas en favor de Electricaribe; el incumplimiento de acuerdos con sectores sociales; y la impunidad frente a la corrupción.
El llamado a salir a las calles llevó a que miles se tomaran grandes ciudades como Cali, Medellín, Bogotá y Cartagena, pero también municipios como Tunja y Tumaco. El cubrimiento desde la Radio Nacional de Colombia permitió conocer qué sucedía en diferentes partes del país. En el siguiente fragmento se escucha a Carlos Marín, vocero de los estudiantes de la Universidad de Nariño, sede Tumaco.
Los estudiantes universitarios no solo se mostraron en contra del ‘paquetazo’ y exigieron sus propios intereses, sino que alzaron sus voces para que se cumpliera el Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La fuerza de las marchas de aquel 21 de noviembre no finalizó durante el día. En la noche de ese jueves, las personas sacaron sus ollas y gestaron cacerolazos desde sus casas. Lo acontecido fue una muestra de la unión de voces de protesta de ciudadanos y ciudadanas de distintos contextos, clases sociales, etnias e identidades de género.
Sin embargo, las jornadas no fueron sinónimo de calma. Dilan Cruz se convirtió en símbolo de las movilizaciones tras ser asesinado por el impacto de un proyectil disparado por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Su caso no fue el único. Varias personas murieron y cientos resultaron heridas. Las voces que exigían cambios al gobierno continuaron escuchándose durante meses. Incluso, el ánimo se extendió hasta 2021, año en el que algunos manifestantes derribaron estatuas que recordaban al poder colonial.
Por: Laura Lucía González Contreras