Tras años de luchas, las mujeres lograron la aprobación del sufragio femenino en 1954. Se enfrentaron a conservadores y liberales que se oponían a su participación política. Recordamos la labor de las sufragistas para el logro de la ciudadanía de las mujeres en Colombia.
El 25 de agosto de 1954 se aprobó el voto femenino en Colombia. Tras dos debates, la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC) expidió el Acto Legislativo número 3. Con ese texto se reformó la Constitución Política de 1886, pues hasta ese momento restringía el sufragio a los varones. Este suceso no representó para las mujeres solamente el poder depositar un tarjetón en las urnas, sino que les permitió sentirse ciudadanas. El que las mujeres pudieran llegar a percibirse de esa manera fue un logró de años. La primera mitad del siglo XX fue crucial para que ese sentimiento se convirtiera en una realidad y dejaran de ser silenciadas.
¡Por los derechos de las mujeres!
Uno de los eventos que se destacan frente a la historia reciente de los derechos de las mujeres es el IV Congreso Internacional Femenino. Se llevó a cabo en 1930, en Bogotá. La escritora Georgina Fletcher recorrió embajadas y ministerios para lograr que el encuentro se hiciera en Colombia. Uno de los argumentos que utilizaron las organizadoras para obtener el apoyo estatal fue mencionar que utilizarían la reunión también para homenajear a Simón Bolívar, en conmemoración del centenario de su fallecimiento, como se relata en el artículo El IV Congreso Internacional Femenino en el Centenario de la muerte de Bolívar. Luego de que se consiguió el respaldo, las mujeres se reunieron entre el 17 y el 26 de diciembre para discutir temas vinculados con la educación, la salud pública, el arte, la historia, los oficios, la independencia de Colombia y más.
En aquel encuentro la periodista Ofelia Uribe introdujo la defensa de los derechos civiles de las mujeres. Fue ella la persona que habló sobre las capitulaciones matrimoniales. Su intervención dio paso a que un par de años después se expidiera la Ley 28 de 1932, cuyo primer artículo menciona que “Durante el matrimonio cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición tanto de los bienes que le pertenezcan al momento de contraerse el matrimonio o que hubiere aportado a él, como de los demás que por cualquier causa hubiere adquirido o adquiera”. Esto fue un logro para las mujeres en el país, ya que hasta ese momento eran consideradas, “un mueble del marido”, como lo expresó Ofelia Uribe. En el siguiente fragmento sonoro de 1965 se escucha a la periodista recordando ese acontecimiento.
Mendoza de Mendoza, Elvira (locutora). (1965). Decíamos ayer: entrevista a Ofelia Uribe de Acosta. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-073552-01.
Otro de los sucesos claves para que pudieran considerarse ciudadanas fue el que les permitió el acceso a la educación superior. Tras las exigencias de las mujeres, se expidió el Decreto 227 de 1933 con el que se avaló que ellas lograran el título de bachilleres y, con ello, pudieran entrar a la universidad. Tanto esta normativa como la del manejo de bienes entraron en vigor durante el gobierno liberal de Enrique Olaya Herrera como parte del proceso de “modernización de la sociedad colombiana”, como lo llamó el mandatario. Aquello no habría sido posible sin las mujeres que reclamaban derechos en las plazas públicas y en cartas dirigidas al Congreso.
Voces de mujeres en los medios de comunicación
Además de utilizar la plaza pública para lograr la ciudadanía, las mujeres participaron en los medios de comunicación. De hecho, crearon sus propios programas de radio, como el de Ofelia Uribe que se podía escuchar en Tunja, Boyacá. También fundaron sus propias revistas. Dos de las más reconocidas fueron Letras y Encajes (circuló entre 1926 y 1959) y Agitación Femenina (se imprimió entre 1944 y 1946). Los textos de las publicaciones incluían relatos de la vida cotidiana, entrevistas, traducciones de otros artículos y, por supuesto, posturas políticas relacionadas con los derechos de las mujeres. Por ejemplo, en junio de 1953 se publicó lo siguiente en la editorial de Letras y Encajes:
Nació el feminismo de la desigualdad en que ha vivido la mujer con relación al hombre, desigualdad que no ha sido de todos los tiempos y que ahora comienza nuevamente a desaparecer. Dio lugar a esa desigualdad, no la condición intelectual de los sexos, sino la división del trabajo entre los mismos.
Así como ese apartado, ambas revistas presentan posturas feministas e introducen el tema del voto femenino como un derecho que las mujeres deben adquirir, así como estaba sucediendo en otros lugares del mundo. Sin embargo, no todas estaban de acuerdo con la necesidad de elegir. En un apartado de 1948 de una revista titulada Vida, de la Compañía Colombiana de Seguros, una mujer de nombre Beatriz escribió:
Antes que reclamar el voto femenino, es necesario clamar por que se forme en la mujer una más clara conciencia de la importancia de su misión, como educadora del niño y como orientadora del hombre. Mientras podamos formar electores, no necesitamos hacer elecciones.
Si bien no había un único punto de vista entre las mujeres, las que han pasado a la historia como sufragistas aprovecharon y buscaron espacios para defender sus ideas. Uno de los programas que les dio voz fue Cosas de Mujeres de la HJCK. En el siguiente fragmento se escucha un apartado de la entrevista que Gloria Valencia de Castaño le hizo a Josefina Valencia de Hubach, por su nombramiento en la ANAC.
Valencia de Castaño, Gloria (locutora). (1954). Cosas de mujeres. [Entrevista a la política colombiana Josefina Valencia de Hubach]. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-073887-02.
Para ellas, el voto
Con el nombramiento de la conservadora Josefina Valencia de Hubach, llegó también el de la liberal Esmeralda Arboleda. Ambas lideraron en la ANAC la defensa del voto femenino, respaldadas por uniones de mujeres que buscaban también el logro de ese derecho. Fue un tema que se puso en la agenda, luego de que ya había sido negado y archivado en años anteriores en el legislativo. En 1954, el presidente de la ANAC Mariano Ospina Pérez, lo introdujo de este modo en el debate:
Ospina Pérez, Mariano (orador). (1954). Discurso del doctor Mariano Ospina Pérez, presidente de la Asamblea Constituyente y Ex-presidente de la República en la Instalación de la Asamblea Constituyente. Bogotá: Radiodifusora Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, CD008564.
Las defensoras del voto encontraron respaldo en algunos hombres. No obstante, la propuesta fue rechazada tanto por liberales como por conservadores. Para los primeros, las mujeres eran susceptibles a lo que dijera la Iglesia, mientras para los segundos, ellas debían seguir en el hogar. Así lo recordó Ofelia Uribe en 1965:
Mendoza de Mendoza, Elvira (locutora). (1965). Decíamos ayer: entrevista a Ofelia Uribe de Acosta. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-DGW-073552-01.
Pese a las constantes negativas, las voces de las mujeres lograron la victoria durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla. Sesenta constituyentes votaron a favor del sufragio femenino. Sin embargo, solo hasta 1957 ellas pudieron ejercer su derecho con el plebiscito que dio paso al Frente Nacional.
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