Ficha Técnica
El maquillaje es un protagonista silencioso de la historia del cine, la televisión y las artes escénicas. Tan antiguo como el teatro, este arte es importante para caracterizar personajes, resaltar los rasgos de los actores y comunicar a través del lenguaje corporal y la imagen que proyectan.
Su ejecución, como el cine mismo, ha cambiado con el transcurso de los años y los cambios tecnológicos en la producción audiovisual. En los primeros años del cine, por ejemplo, el maquillaje se usaba para exaltar las facciones de los actores y crear un alto contraste en sus gestos.
En cámara, los rostros se percibían pálidos con un delineado intenso en ojos y labios. Si bien esas primeras películas se registraban en blanco y negro, en realidad se utilizaban cosméticos de otros tonos para aprovechar las limitaciones técnicas de las cámaras de ese momento. Para los años 20, una base de piel que se percibía blanca en cámara era, en realidad, de color amarillo pálido, mientras que los ojos y labios tenían pigmentos azules y anaranjados. Puede sonar extraño, pero el objetivo de este método, desarrollado por el maquillador polaco Max Factor, era resaltar los tonos que mejor percibía la cámara para lograr un buen contraste y comunicar el mayor rango de sentimientos posibles. Todo sin pronunciar ni una sola palabra.
Esta es la razón de la estética característica del cine mudo, uno de los primeros géneros cinematográficos de Occidente. Clásicos de Charles Chaplin, Ernst Lubitsch y Fatty Arbuckle protagonizaron personajes que con sus icónicas caras blancas y muecas exageradas hicieron reír y llorar a los espectadores.
La comedia colombiana La posada (1991), dirigida por Mauricio Navas Talero y producida por Tevecine, rindió tributo a los pioneros del cine en el episodio 150. Casi toda su trama se desarrolla en el estilo antiguo de las películas mudas bajo el pretexto de un sueño que Memo (Rafael Bohórquez) tiene después de ver algunas películas de Charles Chaplin que encontró en el ático de la casa. Fieles al estilo, la dirección de maquillaje, de la mano con la maquilladora Isabel Vergara, decidió imitar la estética de la época y resaltar una piel blanca con rasgos muy marcados.
Por: Elsa Garzón