Ficha Técnica
Al pie del monte de los Cerros de Mavicure o Mavecure, ubicados en el departamento del Guainía, nace un poderoso mito Puinave que le da vida a la imagen principal del evento de biodiversidad más importante del mundo, la COP16. Quienes la han visto en la cumbre del cerro más alto, cuentan, que la princesa Inírida o Densikoira, cuyo nombre significa "mujer perfumada" en lengua indígena Puinave, era una mujer hermosa, y de gran importancia en su comunidad. Un día, un hombre de otro clan, intentó ganarse su amor, pero ella no sentía lo mismo y lo rechazó. Desesperado por cambiar su destino, el hombre subió a los cerros y, entre las plantas y flores, encontró la pusana. Un espíritu del cerro le dijo que si se frotaba las manos con esa planta y tocaba a la princesa, ella se enamoraría, pero le sugirió usar más de lo necesario. Al hacerlo, la princesa comenzó a alucinar y, fuera de sí, corrió desesperadamente hacia los cerros, donde desapareció para siempre. Su espíritu habita en el cerro más alto del conjunto de monolitos, el cerro Pajarito, que abrió sus entrañas para convertirse en su refugio eterno. En honor a la princesa, el cerro llora, y de sus lágrimas surge la Flor de Inírida.
En el capítulo 101 de Nuestra nueva Colombia, Marco Antonio Franco visita Inírida, la capital del Guainía, poniendo de relieve su extraordinaria riqueza cultural, económica y natural. Este documento es invaluable, ya que, veinticuatro años después de su grabación, constatamos que ingresar y salir de Guainía sigue siendo una tarea titánica. Inmortalizar la flor de Inírida en la COP16 a través de la imagen es un acto de resistencia que defiende no solo el mito cultural, sino también la soberanía del territorio que lo genera. Es un imperativo y un llamado a los poderes mundiales a asumir responsabilidades en el cuidado de estos símbolos, que, aunque geográficamente aislados, están profundamente conectados culturalmente y viven gracias a los entramados mitológicos que sostienen su existencia.
Por: Nanjuly Perilla Santos