Ficha Técnica
Uno de los tantos legados de lo que hoy llamamos América Latina para el mundo ha sido el chocolate. Los aztecas lo bebían bajo el nombre de xocolatl que significa amargo (xoco) y agua (alt). Era una bebida de cacao y agua caliente a la que en ocasiones se le adicionaba maíz. Un estudio indica que los humanos nos hemos deleitado con este alimento desde hace por lo menos tres mil años, cuando los indígenas lo descubrieron mientras hacían cerveza con las vainas del cacao. Lo tomaban en sus cotidianidades, pero también tenía especial importancia durante algunos rituales.
A partir de la colonización, el chocolate llegó a Europa y, de ese modo, se pasó a adicionar azúcar, lo que lo fue convirtiendo en el dulce que conocemos en la actualidad. En 1999, la presentadora de la serie Mujer campesina Paola Villegas entrevistó a Tomás Iza Álvarez, un ecologista que explicó la historia del cacao. A continuación, se puede escuchar un fragmento de esa conversación.
En el siglo XIX, el chocolate en Colombia sirvió como una bebida para nutrir la alimentación de los campesinos, pero también como una predilecta por la élite santafereña. En la segunda mitad de ese mismo siglo empezaron a surgir industrias para el procesamiento del cacao. Así, comenzó a estar más presente en las dietas de las y los colombianos.
Actualmente, Colombia es uno de los principales exportadores de cacao fino y de aroma. De acuerdo con la Federación Nacional de Cacaoteros, en el año 2023 se exportaron más de cuatro mil toneladas y se produjeron casi sesenta mil toneladas de ese grano en el país. Los departamentos de Santander, Antioquia, Arauca, Tolima y Huila fueron los que más aportaron a esa cifra.
Por: Laura Lucía González Contreras
