Ficha Técnica
Era el año de 1996 y corría el mes de junio. En el mundo entero había un alboroto providencial, al ser el año 96, en el mes 06 y el día 06 era el momento elegido por Satanás para el nacimiento del anticristo. Los cristianos se abarrotaron en las iglesias como si el mundo fuera a acabar y, en Colombia, esta no fue la excepción. Las parroquias e iglesias daban bautizos a diestra y siniestra; cientos de padres buscaban sacramentar a sus pequeños para que, tras la llegada de este maleficio, se lograran salvar y no terminaran en el temido Limbo, lugar al que van los niños sin este bautizo.
Ante tal escándalo, varios sacerdotes declararon que todo esto era una mezcla entre farsa y una falta de fe con ignorancia profunda. Procedieron a no acceder al clamor de sus feligreses. Pero, al no realizar los bautizos, optaron por bendecir escapularios, figuras, medallas, cirios e imágenes de santos para poderlas llevar consigo y salvarse de las garras del mal. También, en algunas poblaciones se utilizó un sistema de pico y placa, en el que solamente se bautizaban en ciertos días para aumentar su efectividad.
Además, algunos feligreses ya mayores de edad y sin pequeños, decidieron también optar no solamente por usar las imágenes de sus santos predilectos, sino también por comprar galones de agua para que fuesen bendecidas por los párrocos, para poder utilizarla y sentirse más seguros ante el evento.
Este suceso, que podría ser digno de una fantasía, pero que fue histórico, lo podemos observar en la actualidad gracias al Noticiero de las 7, que realizó un reportaje sobre la alta demanda de los feligreses en Santa Marta por un bautismo para mantener la integridad de sus hijos ante la llegada del anticristo.
Por: Valentina Mena